Guatemala: crece el número de muertos por la erupción del volcán Fuego

Las víctimas fatales por la erupción del volcán Fuego, en Guatemala, aumentan hora a hora. Según el último informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de ese país, los muertos son 62, aunque admiten que la cifra podría aumentar ya que la avalancha de barro y ceniza ardiente que se desprendió en la explosión arrasó varios poblados.

"Hasta el momento el Inacif está trabajando 62 cadáveres", dijo a periodistas el director del organismo, Fanuel García, que colabora en la identificación de las víctimas de la erupción registrada el domingo.

García adelantó que la cifra seguramente aumente ya que no fueron contempladas las personas que murieron mientras eran atendidas en hospitales de la zona.

David de León, portavoz de la Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres, indicó que al menos 46 personas resultaron heridas por el deslave que sepultó viviendas y provocó caos entre los pobladores de comunidades cercanas al volcán.

De León explicó que 1,7 millones personas también fueron afectadas de alguna manera por la erupción volcánica, mientras que 3.263 han sido evacuadas a zonas seguras.

El horror

Con la vista clavada al piso, Manuel López aún no sale del asombro de haber sobrevivido a la potente erupción.

Descalzo y sentado sobre una delgada manta junto a su esposa y una bebé de dos meses que duerme, López, de 22 años, recuerda el momento en el que quedaron atrapados en su vivienda por una correntada de material lodoso ardiente que bajó del volcán tras la erupción y que provocó la tragedia.

"Todo eso (el material volcánico) se entró por puertas y ventanas. Había mucho calor, no se podía respirar, eso hervía", señaló a la AFP en un rincón del salón comunal de la Ciudad de Escuintla, 40 kilómetros al sur de la capital, habilitado para atender a un grupo de damnificados.

Miedo latente

Unas 3.000 personas fueron evacuadas y 653 albergadas en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste), que junto al de Chimaltenango (oeste) son los tres más afectados por la erupción que levantó columnas de ceniza de hasta 2.200 metros sobre el cráter.

La lluvia de cenizas recorrió decenas de kilómetros obligando a cerrar el aeropuerto de la capital, mientras que el presidente Jimmy Morales decretó tres días de duelo por la catástrofe.

Tras varias horas de intensa actividad, el Fuego calmó sus erupciones, facilitando las tareas de búsqueda.

"Dio miedo eso, nunca había pasado", señaló Cleotilde Reyes, una sexagenaria acostumbrada a las constantes erupciones del volcán y que logró huir momentos antes con su hija y dos nietos, en la camioneta de un vecino que las alertó sobre el deslave que se aproximaba.

Apoyada en una silla plástica, la anciana no oculta el terror de haber estado tan cerca del siniestro que enlutó a su comunidad, a la que muchos ya no quieren volver por la magnitud de la tragedia y el riesgo de que vuelva a pasar.

"Tengo temor de regresar", expresó Erick Ortiz (36) mientras cuidaba el sueño de su esposa y dos pequeños hijos; la familia decidió abandonar antes la comunidad presintiendo el peligro. "Me asusté al ver la oscuridad (por la ceniza) que venía para abajo y le dije a ella (esposa) que saliéramos antes que nos atrapara", agregó angustiado.

Esperanza

Mientras la mayoría intentaba dormir y las luces se apagaban en el albergue, recostado en una pared Efraín González, de 52 años, no perdía la esperanza de encontrar con vida a su hijo de 10 años y a su pequeña de 4, desaparecidos luego del deslave.

"Si esta vez nos salvamos, en otra (erupción) no", dijo González a resguardo en el refugio, con su esposa y su otra pequeña hija de un año.

Otros, como Miguel Tilón (45), espera que con el transcurso de los días puedan recibir más ayuda: "No tenemos a dónde ir", dijo. "Logramos salir rompiendo láminas, cercos, pasando sobre paredes y logramos llegar hasta donde llegaron bomberos y soldados", explicó, aunque su otra hija de 4 años fue llevada al hospital local por quemaduras en las piernas.