Recorriendo el Mercado de Izmailovo en Moscú, la "cuna de los souvenirs"

En el noreste de Moscú, cerca del estadio del Lokomotiv, está el Mercado de Izmailovo. Un lugar ideal para el turista, ya que allí hay todo tipo de souvenirs, como así también una innumerable cantidad de reliquias. Y lo mejor es que los precios son más económicos que en otros lugares.

Hay matrioshkas, cuadros, artesanías, libros, ropa nueva y usada, recuerdos de la ex URSS —postales, gorras, pins, monedas, entre otras cosas—, y ahora se le sumaron recuerdos de todo tipo relacionados a la Copa del Mundo.

Si bien está alejado del centro moscovita, llegar hasta allí es sencillo. La estación Partizanskaya de la línea 3 del metro se encuentra a escasas cuatro o cinco cuadras del mercado. Una vez allí, llegar a Izmailovo es fácil porque al estar ubicado junto al Kremlin, es imposible no ver sus enormes murallas desde varias cuadras a la redonda.

Y ese detalle no es menor, porque no nos encontramos con puestos de lona uno pegado al otro como cualquier típico mercado, sino con una ciudadela con torres puntiagudas, cúpulas redondas —todas de colores—, y adentro y en sus alrededores los puestos son de madera, muy bien organizados.

Aunque claro: no pierde la esencia de un mercado, en donde las ofertas y regateos están a la orden del día. Los puesteros, acostumbrados a los turistas, pueden decir los precios en el idioma del comprador: inglés, español, chino —lleno de visitantes de esa nacionalidad— y por supuesto, ruso. El mercado está abierto todos los días, pero los sábados y domingos son los más concurridos y en donde hay más puesteros.

Ni bien uno ingresa a la fortaleza está la Iglesia de San Nicolás, el Palacio de la Comida Rusa y hay como un patio de ingreso en donde se destacan puestos en los que sirven kebabs, brochetes, panchos y cerveza. Luego, al adentrarse entre túneles y pasarelas, comienzan a descubrirse los puestos como en una especie de alas hacia los alrededores de los murallones, y también pequeños pabellones en donde la gente vende antigüedades y reliquias sobre mesas, una pegada a la otra. Hay varios niveles y en cada uno hay un artículo en particular: por ejemplo, en una zona solo se encuentran alfombras.

Si bien es llamativo ver cómo los turistas van y vienen con gorros cosacos recién comprados, la protagonista principal en el mercado de Izmailovo es la matrioshka. Puede encontrársela en todos los tamaños posibles. El valor es de acuerdo al trabajo de pintura —suelen tener paisajes— y a la cantidad de piezas que tenga el número de muñecas en su interior. Pueden encontrarse desde los $150 argentinos, pero una de diez piezas y con pintura como en relieve ronda los $1.500. Por supuesto que hay mucho más caras también. La particularidad es que no sólo son pinturas de muñecas sino que también pueden encontrarse de selecciones de fútbol, o de personajes de películas, dibujos animados, famosos y hasta de políticos.  

Hayan comprado o no algún recuerdo, todos los turistas salen sorprendidos y contentos  con la visita al Mercado de Izmailovo; y ahí entienden por qué los locales insisten con visitar este lugar.