Admiten que las huelgas afectan la enseñanza en la Normal Mixta

Desde que comenzó el ciclo lectivo 2018, los alumnos de jardín, primaria y secundaria de la Escuela Normal Mixta “Juan Pascual Pringles” tuvieron 60 días de clases y 25 de paro. Esto ha provocado que su comunidad educativa empiece a preocuparse por la calidad de la educación que recibirán los chicos en lo que resta del año. Según el anuncio que realizó la Asociación de Docentes Unidos (ADU) la semana próxima continuará el plan de lucha con un cese de actividades por tiempo indeterminado porque los gremios docentes exigen la reapertura de la negociación paritaria (para este año el Estado nacional otorgó un 15% en tres cuotas) pero además reclaman porque hubo un recorte muy importante en el presupuesto para la educación pública y las universidades nacionales.

La rectora, Alejandra Quinteros, admitió que “es preocupante la situación en la Escuela Normal porque se afecta muchísimo a los chicos y la posibilidad de recuperar las horas de clase perdidas va a tener que centrarse en adaptar los procesos y la calidad. Es decir, que si un docente tiene pensado dar una cantidad de textos para lectura, de acá a fin de año, ahora los va a tener que reducir y deberá acentuar más en el proceso de lectura y comprensión; y no tanto en la cantidad”.

Quinteros insistió en que “habrá que reelaborar y rediseñar todos los programas en virtud de hacer mayor hincapié en contenidos y procesos mínimos. Habrá que apuntar más hacia la calidad y no a la cantidad del proceso de aprendizaje de los chicos. Quizás para el secundario sea más fácil, pero en el primario será más complicado.  

La docente lamentó que “si el gobierno nacional no apuesta a la educación pública entonces estaremos muy complicados”. Y recordó que hasta el 2015, “el presupuesto para educación representaba el 6 por ciento del total y ahora bajó al 4. Y eso influye mucho, no solamente en el aspecto salarial, sino en el funcionamiento diario de nuestra escuela”.

La rectora confirmó que este año el presupuesto anual que la Universidad Nacional de San Luis le otorgó para su funcionamiento diario es de 900 mil pesos y que han tenido que empezar a economizar en distintos aspectos: “En la compra de tecnología hemos tenido que restringirnos, en los insumos de papelería también, la compra de elementos de limpieza fue otro rubro que debimos achicar y las obras de refacciones edilicias también se vieron afectadas”.

Si bien los padres de los alumnos por ahora no han hecho ningún reclamo en particular, Ramón Chávez, el vocero de los autoconvocados dijo que “este año todavía no hubo convocatoria, ni nos hemos reunido de manera informal para analizar el tema de los paros. La verdad es que por ahora no tenemos nada que informar”.

Aunque durante toda la semana los chicos no tuvieron clases, Chávez anticipó que podría haber cambios a partir del lunes: “Tenemos entendido que el plan de lucha seguiría la semana que viene y eso podría generar que haya una manifestación espontánea del grupo de padres porque siempre ha sido de esa manera. Me parece que si la semana próxima no hay clases será momento de empezar a presionar a las autoridades. Pero yo espero que esto se normalice y empiecen a dictar las clases”.