Caminantes del futuro andino: "Desierto y agua" en San Luis

Lejos de llevarse un imán para la heladera, una remera con leyendas propias de las localidades turísticas o algún recuerdo típico de un viaje planeado, Andrea Feiguin y Daniel Riaño recorrieron parte del país con sus canciones y como souvenir recolectaron instrumentos autóctonos de cada región para sumar a las presentaciones de "Desierto y Agua", el dúo que formaron y que este miércoles estará a las 22 en el bar ubicado en la avenida Illia 172 con su propuesta que mezcla folclore electrónico con ritmos andinos.  

El dúo, que nació en Buenos Aires como una banda de rock pero de a poco mutó al folclore moderno, será teloneado por la villamercedina Nailé Antune Perinelli, una de las representantes de la canción joven en la provincia. 

La mezcla de géneros se dio de casualidad. "Escuchamos mucha música electrónica pero también nos gusta conocer nuevos sonidos. En Latinoamérica se empezó a notar que esos ritmos ancestrales iban muy bien fusionados con diferentes estilos como la electrónica y el rock. Si bien muchos decían que no tenían comparación empezaron a emerger grupos que nos llamaron la atención y de los que tomamos como referencia para empezar nuestro proyecto. Probamos y salieron cosas genuinas y naturales. A la gente le gustó y comenzamos a llevarlo por todo el país", explicó Riaño que además construye algunos de sus instrumentos. 

Los sintetizadores clásicos de la música electrónica se mezclan con guitarras, bombos legueros, trutrucas, quenas y zampoñas para presentar un show futurista, ecológico y con performances de todos colores. 
"Implementamos instrumentos autóctonos del norte y el sur argentino, como también de países limítrofes junto a máquinas de ritmos. Somos analógicos porque trabajamos sin computadoras. Es decir la electrónica tradicional, como le gusta a la mayoría, pero fusionada con aires andinos", agregó Daniel que escucha "Tonolec", "Chancha Vía Circuito" o "Dengue Dengue Dengue". 

El show que prepara el dúo para hoy estará compuesto por una selección de canciones propias que pueden escucharse también en las plataformas virtuales. "Será una fiesta electroandina. Como el cincuenta por ciento de los instrumentos los tocamos en el momento se logra que la melodía sea dulce y las verdaderas raíces se conecten con el público. Es un show performático, usamos máscaras, hablamos sobre la cosmovisión andina, entre otras cosas", contó Andrea. 

San Luis es uno de los lugares que eligió "Desierto y agua" para culminar su gira "Sube conmigo al norte", que comenzó el 27 de diciembre del año pasado y recorrió pueblos del norte argentino y el desierto chileno. "Tocamos en ciudades como San Pedro de Atacama, en donde no es casual este tipo de música. A la gente le gustó porque es bailable y se identifica con los instrumentos", agregó Riaño. 

Los músicos consideraron que sus canciones son tan federales que cualquiera que se sienta a escucharlas podrá sentirlas como propias. "Luego de cada show nos vamos con una victoria. Al que le gusta la música autóctona tiene un montón de instrumentos para conocer, al que le gusta la electrónica le gustará porque tenemos mucho power y golpes bien estudiados. Mientras que el rockero lo disfrutará porque son letras con los que se pueden identificar", expresó Daniel que considera a "Desierto y Agua" como un choque de polos, como lo blanco y lo negro; lo positivo y lo negativo.