La tormenta dejó árboles caídos y autos arrastrados por el agua

En la mañana de lunes la postal más común de la ciudad de San Luis fue la de los vecinos en las veredas con escobillón en mano, sacando las hojas y ramas que la tormenta dejó en la puerta de los hogares puntanos. La madrugada comenzó con fuertes ráfagas de viento, siguió con granizo y continuó durante varias horas con una copiosa lluvia que tuvo como saldo la caída de árboles, desagües tapados y autos arrastrados por el agua en calles inundadas. Además, algunos locales ubicados en Colón a la altura del Paseo del Padre no abrieron sus puertas luego del vendaval.

Antes que finalizara el domingo comenzó a refrescar, luego de un día de calor agobiante que superó los 30 grados. Pasada la medianoche, el viento anunció que la tormenta estaba a punto de descargarse. La lluvia se extendió por varias horas durante la madrugada, lo que logró aplacar la sequía, pero trajo viejos vicios estructurales que padece la ciudad. Según la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) cayeron casi 60 milímetros de agua. 

Según informó el secretario de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de San Luis, durante el vendaval estuvieron atentos a los cerca de 50 reclamos que recibieron entre los que destacó que no se registraron daños en personas, pero sí daños materiales, como el caso de dos autos a los que acudieron al rescate. "Tuvimos que reforzar las guardias que tenemos de manera permanente para el servicio de emergencia y asistencia de estos casos. Lo primero que detectamos fue que la caída de granizo provocó que gran cantidad de hojas de los árboles cayeran en los desagües pluviales de la calle Sucre, que luego destapamos", destacó sobre la tarea que permitió que la inundación en el centro hacia el sur fuera de menor escala. 

"También contabilizamos algunos desbordes cloacales y la caída de árboles. Tuvimos que socorrer autos arrastrados por el agua estancada en la cercanía de la avenida Centenario y Justo Daract, también en Sucre y Martín de Loyola y en Italia esquina Granaderos Puntanos", contó el funcionario municipal, y agregó que esas son las zonas que siempre se anegan y que la más afectada fue el centro de la ciudad. 

Aclararon que hasta las 5 de la mañana del lunes recibieron alrededor de 46 reclamos que en horas del mediodía ya estaban solucionados. Además, seguirían en alerta por cualquier nuevo acontecimiento, aunque el pronóstico informó que en la ciudad estaría despejado hasta el jueves con máximas que no superarán los 29 grados. "Los casos de alumbrado público con postes a punto de caerse fueron cuatro y fueron solucionados por el área. El mayor trabajo lo tuvo Serba con el taponamiento de cloacas", añadió.  
  
Por su parte, diferentes cuarteles de Bomberos de la Policía de la Provincia trabajaron en diferentes áreas en la que se encontraron con tres vehículos afectados por el vendaval. En dos de los casos estaban ocupados con personas y con menores de edad que se encuentran en buen estado de salud. El tercero estaba empantanado en un estacionamiento cerca de la planta eléctrica de Edesal, ubicada sobre ruta nacional Nº 147. Además, entre las 3 y las 4 de la mañana, dos árboles caídos fueron retirados: uno en cercanías de calles Constitución y 25 de Mayo y el otro en el pasaje San Felipe.

Inundados 
Dos casas de venta de electrodomésticos ubicadas sobre Colón, entre Junín y Pedernera, no abrieron al público. Según relataron vecinos de la zona que pasaban por el lugar, se encontraban con la persiana a media asta. Los empleados dentro del local corrían la mercadería de un lado al otro mientras otros sacaban agua con el secador de piso y usaban trapos para parar la humedad. También, se podía ver en uno de los locales una escalera que llegaba hasta el techo con personal trabajando en las alturas.