Ronald Reagan, ese target para los rusos

Los rusos también atentaron contra Ronald Reagan. No fue mentira, ocurrió en una historia de cómics, valga la aclaración y fue en una de Batman.

La historia de “Las diez noches de la bestia” tuvo un alto grado de contenido político. Aquí debuta el agente ruso Anatoli Knyazev o KGBestia, que pertenece a El Martillo, una organización secreta dentro de la agencia de inteligencia soviética. La entidad fue dada de baja por el arribo del presidente Mijaíl Gorbachov.

Las políticas cayeron mal en el villano que, descontento con la Glásnost y la Perestroika, viajó a Estados Unidos para asesinar a los responsables de la Iniciativa de Defensa Estratégica, la operación Skywalker, un proyecto militar conocido como “Guerra de las Galaxias”. Al ser el alto mando y cabeza del proyecto, el presidente Ronald Reagan tenía todos los números del personaje. Diez habitantes del país americano estaban dentro de este listado de personas no gratas para el rival de rojo.

La KGBestia fue lo mejor que la Unión Soviética tenía en su arsenal para la Guerra Fría. Un hombre modificado cibernéticamente, con un único objetivo, cumplir sus órdenes.

Pero no todo fue fácil para el encapotado de Ciudad Gótica. "Debo suponer que estoy secuestrado", le dijo Reagan al héroe en su primer encuentro, en un momento de desconfianza.

Batman salvó la vida del mandatario con un dardo. Esta historia recuerda el atentado sufrido por el ahora ex presidente durante 1984. Hasta se nota una versión recreativa del asesinato televisado de JFK. Justo para los numerólogos, JFK, Robert Kennedy, Gerald Ford en dos ocasiones y Reagan fueron elegidos un año acabado en cero.

A diferencia de la realidad, el enemigo provino del exterior y no de adentro de Estados Unidos. Si bien fue el héroe del día, el hombre murciélago estuvo inserto dentro de un debate por su accionar, lo que da mayor interés a la historia y hace que no sea otra más de un libro de historieta.

Esta historia se desarrolló en cuatro números del volumen 1 de Batman, entre el 417 y el 420. El guión y los dibujos estuvieron a cargo de Jim Starlin y Jim Aparo, respectivamente.