SAN LUIS - Martes 01 de Julio de 2025

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El constructor del físico de Maradona

El preparador físico repasa su relación con el “10” y sentencia que su labor tiene demasiado espacio en los planteles.

Por Alejandro Magdaleno
| 24 de julio de 2019

Fernando Signorini trabaja en la preparación física hace 46 años y estuvo una década junto a Diego Armando Maradona, en el momento deportivo de mayor esplendor del “10”. También estuvo luego de su primer doping positivo.

 

Fue quien introdujo la figura del personal trainer en atletas que compiten en deportes de conjunto, e incluso fue el impulsor de los estudios de VO2 Max (valoración de consumo máximo de oxígeno o capacidad aeróbica) en futbolistas.

 

Hoy reniega de la preponderancia que se les da a los preparadores físicos por sobre los directores técnicos y asegura haberse equivocado mucho, hasta que conoció a César Luis Menotti y trabajó con cracks como Diego, Messi y Riquelme, que le permitieron comprender que “el fútbol está más ligado a lo artístico que a lo científico”.

 

-¿Sos quien más conoce el cuerpo de Maradona?

 

-No estaría bien de mi parte atribuirme eso, pero estuve diez años junto a Diego, a partir de la lesión el 24 de setiembre de 1983 en el Camp Nou hasta que fue suspendido en el 91 en el doping positivo en el partido de Nápoli con Bari. Después volví con él a Sevilla, además de todo lo que hicimos en la Selección, los cuatro mundiales, y en el de Sudáfrica 2010 integré su cuerpo técnico.

 

-Has estado en los mejores momentos, en los más brillantes y has contribuido para ese Maradona esplendoroso.

 

- Se hizo cierto eso de que estaba en el lugar indicado y en el momento justo. Comienzo en la recuperación dinámica cuando lo lesiona Goikoetxea (en Barcelona vs. Athletic Bilbao), la primera parte la hizo Rubén Darío Oliva, el médico personal de Diego, después a él se le ocurrió la por entonces descabellada idea de ofrecerme trabajar como preparador físico personal. Digo descabellada porque hasta entonces no existía eso que hoy se hizo común.

 

-¿Cuál fue la reacción cuando Diego te hizo el ofrecimiento?

 

-Cuando me lo dijo me sorprendió. Yo tenía muchas ilusiones de trabajar en la elite del fútbol mundial, para eso había viajado a Europa, pero no me imaginé el ofrecimiento. Mi manera fue responderle con la mayor honestidad y seriedad posible.

 

 


Signorini entre las dos estrellas del fútbol mundial.

 

-¿Cómo siguió la historia?

 

-Me dijo que pase por la oficina de Cysterpiller (representante de Diego) en Barcelona para firmar el contrato y ahí le dije que no iba a firmar ningún contrato, que tenía que ser una relación de absoluta confianza, de honestidad y de respeto. Él me había contado que amigos a los que había ayudado le habían terminado haciendo juicio; con un apretón de manos basta y le dije que si alguno no se siente bien, lo dice y listo. Así pasamos diez años sin ningún conflicto.

 

-¿Cómo es el físico de Diego?

 

-Un fenómeno de esa naturaleza se explica desde todo punto de vista, pero lo menos importante aunque pareciera paradójico no es el cuerpo, es el talento el que hace que ese cuerpo después pueda hacer las maravillas genéticas que Diego producía. Hay muchos jugadores, muchas personas con un físico poderoso, pero el fútbol es un deporte muy misterioso que lo resuelven los grandes jugadores. A Diego le preocupaba ser mañana mejor que hoy, veía mucho fútbol y sacaba conclusiones hasta de un tiro libre. Si le salía mal, repetía, era bastante obsesivo y todo junto daba como resultado ese jugador maravilloso.

 

-También trabajaste con Diego en el cuerpo técnico de la Selección en el Mundial 2010 y estuviste con el otro crack, que es Messi. ¿Cómo son ambos puestos en paralelo?

 

-Diego era más sinuoso desde el punto de vista físico, cortes musculares completamente distintos a Lionel, era más potente seguramente; pero Lionel lo compensa con una frecuencia de paso en unidad de tiempo que casualmente Menotti después de haberlo conocido antes de la Copa América me comentaba, que lo vio entrenar y no se puede creer la cantidad de pasos que da. Por ejemplo en el gol de Diego a los ingleses, recorrió 55 metros y dio 43 pasos... Lionel seguramente hubiera hecho a lo mejor más de 50 pasos, tienen una frecuencia distinta, pero los dos se equiparan en el talento increíble.

 

-En un cóctel resumido de qué no habría que hacer en el fútbol actual o qué debería hacerse. ¿Dónde te parás?

 

-Sería interesante determinar que la responsabilidad integral de un equipo de fútbol depende fundamentalmente del técnico, que es quien maneja los tiempos. Ahora hay que ver qué tanto sabe el técnico, porque muchos técnicos no se preparan y le dicen al preparador físico "dale, agarralo vos".

 

 


"Messi y Maradona son diferentes, pero los dos tienen un talento increíble".

 

-¿Qué es lo más importante en fútbol?

 

-Lo más importante no es la velocidad porque si no jugaría Usain Bolt; no es la resistencia porque jugarían los keniatas; no es saltar mucho porque Sotomayor salta 2 metros y 40 centímetros y no podría jugar. Es el profundo conocimiento conceptual de jugador, que le ayude a resolver la mayor cantidad de situaciones en cualquier momento del partido, en cualquier lugar de la cancha y a favor de la eficacia. Así se definen los grandes jugadores.

 

-¿Entonces mayor preparación para los directores técnicos, para que tengan menos protagonismo los preparadores físicos?

 

-Sí, es así. En Europa salvo con entrenadores latinoamericanos, la labor del profe fue relegada porque se dieron cuenta de que lo primero es entender de fútbol y entender de futbolistas, no basta con hacerlo correr. Como dice Mourinho: la parte física es la parte menos importante en la globalidad deportiva del jugador.

 

-¿Cómo está Menotti?

 

-Contento, ilusionado y esperando por el trabajo como Director Deportivo de la Selección. Lo que pasa es que fue llamado ya decididos los cuerpos técnicos y se hizo todo al revés. Pero tiene el lugar que hubiera merecido 25 años atrás.

 

-¿Cómo es tu relación con San Luis?

 

-La primera vez que fui fue en 1971 jugando un Campeonato Argentino de Softbol, era pitcher de la Selección de Lincoln, estuvimos en Potrero de los Funes. Es una provincia maravillosa a la que he tenido la suerte de visitar muchas veces.

 

 

Para quienes quieran seguirlo por las redes sociales, avisó: “Me borré del Facebook, un amigo me hace tweet y otro face, pero yo no intervengo. Las redes deberían ser un arma maravillosa para mejorar, pero en cambio se usan de una manera perversa que a mí sinceramente me avergüenza y me hace alejar”. Signorini tiene recortado el campo visual por un glaucoma de ángulo abierto, reconoce que lo sufre, pero ve el fútbol y define la historia de este deporte con simpleza: “El fútbol es M y M… Maradona y Messi más Distéfano, más Cruyff y más tantos otros. Nunca tuve ídolos, no los necesito, el proceso va en admirar a mucha gente”.

 

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