Allanamiento en "Mu Dan": solo hay indicios de trabajo en negro
La medida se hizo con la sospecha de que había dos víctimas de trata. Pero no surgen pruebas de eso.
La sospecha en la que el fiscal federal Cristian Rachid basó su solicitud para que allanaran un conocido restaurante chino, un supermercado y una oficina en San Luis Capital es que un par de personas de esa nacionalidad podían ser víctima de trata para explotación laboral. Esas medidas se concretaron el martes, y ayer, los dos extranjeros declararon, informó la secretaria del Juzgado Federal de San Luis, María Belén Vila. Según lo que ha surgido preliminarmente, no se configuraría el delito de trata, pero sí habría indicios de trabajo en negro, circunstancia en la que debe intervenir otro organismo, el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, explicó una fuente.
Los lugares allanados son el restaurante “Mu Dan”, ubicado en avenida Illia 161, entre Mitre y Chacabuco; el supermercado chino “Macro”, situado en el barrio El Lince; y las oficinas de una cooperativa de la colectividad china, en Lavalle al 1300, confirmó Vila.
“Efectivamente es una investigación que lleva la fiscalía, por presunta trata y explotación laboral. Habría ciudadanos chinos que aparentemente vivían en el mismo lugar que trabajaban. Y eventualmente estarían vinculados también con un supermercado chino de la ciudad. Toda ésta es información previa que me dio la justificación para solicitarle al juez (Federal Juan Esteban Maqueda) los allanamientos. Ahora hay que ver el rol de estas personas”, sintetizó este miércoles Rachid, quien retomará sus tareas la semana próxima, ya que realiza un curso en Buenos Aires.
No hubo arrestos
Consultado por El Diario, el representante del Ministerio Público Fiscal indicó que, en principio, él no había pedido detenciones. “Pero, según lo que se haya encontrado, pueden producirse por decisión del juez”, explicó. La secretaria Vila dijo que no hubo detenciones.
La funcionaria judicial explicó que no daría detalle de las declaraciones de los extranjeros, dado que aun no ha tomado conocimiento de ellas el fiscal, quien debe, además, interiorizarse del informe que enviado por los efectivos de la Agencia Regional Cuyo, con el resultado de los allanamientos. A partir de eso, el fiscal hará su consideración sobre si hay delito y, en ese caso, cuál es la imputación.
También refirió que, por secreto de sumario, no podía confirmar si la causa inició a raíz de una denuncia. Según trascendidos, el puntapié de la investigación fue la denuncia que habrían hecho dos ex empleados del restaurante, quienes habrían solicitado ser incluidos en el sistema de protección de testigos.
Son 12 las personas que trabajarían en condiciones irregulares en el local de comidas de la avenida Illia: dos son chinos, y el resto, argentinos. Vila comentó que estos últimos dieron los domicilios en los que residen y que solo los orientales son quienes sí vivían, hasta ayer, en la parte trasera del local de comidas de la Illia. Pero no surge que hayan sido blanco de una maniobra de captación, que hayan estado en condiciones de vulnerabilidad, que trabajaran sin descanso o que estuvieran imposibilitados de salir del local, refirió.
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