La Merced probará su buena racha en la Liga Nacional Femenina A2

Anda dulce la Primera de vóley femenino del Club Vecinal y Deportivo La Merced. Dulce como el mate que corre entre seis manos en la cocina de la sede ubicada en calle Lafinur. Después de dos intentos fallidos por ganar el título de la Liga Sanluiseña de Vóley, el equipo dirigido por Andrés Valdemarín, y cuya referente es la talentosa Selva Miraglia, se quedó con el título Apertura 2019. Se lo arrebató a Aseba en la final, su verdugo en las dos definiciones anteriores. Y para cerrar la primera parte del año hace las maletas. El equipo formado hace un año y medio representará a San Luis en el Torneo de la Liga Nacional Femenina A2. Será entre el 21 y el 25 de agosto en Chapadmalal.

Esa fue la excusa perfecta para adueñarse de un equipo de mate ajeno en una charla entre Valdemarín, Miraglia y El Diario. Preguntas, respuestas, un termo que pide pausa, chistes y chicanas con tres frentes son el detrás de escena de un film que nadie verá. Solo habrá fotos, un cuaderno, una lapicera y un audio que no miente.

—¿Es la primera vez que La Merced va a competir en un torneo de este tipo?

—Andrés Valdemarín (AV): Sí. Es la Liga Nacional Femenina A2, la segunda categoría del vóley femenino. Van los campeones de cada región y los campeones de cada provincia, más los que descendieron de la Liga A1 y los que tenían la plaza el año pasado. Van a ser 17 equipos de todo el país. Hay dos ascensos en juego.

—¿Qué saben de los equipos que van a competir?

—Selva Miraglia (SM): Hay equipos muy buenos. Principalmente los dos que descendieron de la A1: Gigante del Sur y Universitario de Córdoba. Y hay otros muy buenos como Olimpo, en la Liga Metropolitana de Buenos Aires son todos fuertes. Los cordobeses son buenos. Mendoza de Regatas también.

—¿Con qué expectativas van?

—SM: Hay muchos equipos que desconocemos, la mayoría hace mucho que no jugamos y más a este nivel. Hay unos diez equipos de los no sabemos nada.

—AV: El objetivo va a ser partido a partido. Meterse entre los 8 mejores sería un gran resultado. Ese sería el primer objetivo y después veremos con qué nos encontramos.

—¿Cómo se están preparando? Primero no iban, después decidieron ir...

—AV: Nos enteramos de un día para el otro que íbamos. Decidimos ir realmente por la gestión del club.

—SM: Al principio era un no rotundo. Iba Aseba. Laura y yo empezamos a entrenar con Aseba para ir con ellas. Un fin de semana le confirmaron a Andrés que había una posibilidad y empezamos a entrenar. Tenemos un mes de preparación.

—¿Llevan refuerzos?

—AV: En la lista hay 15 y viajan 14. Tenemos 4 refuerzos: 2 chicas que no estaban jugando y dos chicas de Lafinur.

—¿Cómo van a cubrir los gastos?

—SM: Tenemos varios sponsores que nos acompañan. Y además vamos a organizar un torneo de vóley para recaudar fondos el 18 de agosto. Lo hacemos en conjunto con la Primera de Lafinur que viaja a jugar la Liga B1.

—AV: Es un torneo femenino libre. La idea es apoyar a los equipos más jóvenes, los que menos competencia tienen. Habrá algún plantel Sub 15, equipos que no estén federados. El torneo es el 18 de agosto y toda la información está en la página de Facebook Club Vecinal y Deportivo La Merced.

Es muy alto y parece muy serio Andrés. Pero le dura dos minutos el personaje. Hace bromas rápidas, sin reírse y hasta juega a tomarse la cabeza cuando le preguntan por sus dirigidas.

—¿Cómo es dirigir un equipo de mujeres con mucho carácter?

—AV: Es un desafío. Me gusta más dirigir mujeres que varones.

Selva ríe ante la respuesta de su técnico y lo desafía a dar más detalles. Tiene más de 30 años, como su hermana y coequiper Laura. Hablar de edades precisas en la Primera División de La Merced es como poner la red en un campo minado. Mejor, evitarlo. Los puntanos saben que Miraglia jugó en la Selección Argentina Sub 17 y que compitió en la Liga Nacional con Freyre. Es madre y abogada. Lo que tal vez pocos sepan es que Selva tiene un sentido del humor siempre latente, digno de sketch. Cuando quiere habla, bromea y gesticula con todo el cuerpo, además de reírse de sus ocurrencias. Carisma le llaman.

“El solo hecho de poder viajar con nuestro club y representarlo para nosotras ya es un logro. A este equipo lo armamos desde cero hace un año y medio. Vamos con nuestro técnico. Esto es para disfrutarlo y si los resultados nos acompañan mucho mejor”, cierra la número 10.

La Merced es un equipo de amigas y familiares. Además de las Miraglia, están las hermanas Ortis, Romina y Ayelén, una locutora y otras mujeres que cuelgan por un rato su trabajo y responsabilidades  para disfrutar cada noche, después de las 21, de esa pelota que va y viene por arriba de la red y nadie quiere dejar caer.