La Provincia adhirió a la Ley Nacional de Cannabis Medicinal

Por 31 votos a favor y uno en contra, la Cámara de Diputados aprobó la adhesión a nivel provincial de la Ley Nacional de Cannabis Medicinal. Permitirá la utilización de aceite de cannabis para tratar epilepsia refractaria y da la posibilidad que entidades como el INTA, el Conicet y laboratorios públicos desarrollen e investiguen la planta para el tratamiento de otras enfermedades.

El proyecto había sido aprobado por unanimidad la semana pasada en el Senado provincial. En la Cámara baja solo la diputada Lucrecia Santos, del bloque Juntos por la Gente, y quien preside la Comisión de Salud, se negó a la adhesión. La legisladora prefirió no expresarse a El Diario sobre su voto.

Vale la pena aclarar que el año pasado, tanto las comisiones de Asuntos Constitucionales, como de Salud de Diputados habían trabajado en un proyecto de ley provincial, que obtuvo media sanción. Pero el Senado prefirió en cambio tratar un proyecto propio de adhesión.

Luis “Lucho” Martínez, del bloque Frente Unidad Justicialista, quien presidió el año pasado la Comisión de Asuntos Constitucionales y había trabajado en el proyecto, explicó por qué decidió apoyar la iniciativa, a pesar de que no fuera la norma que promovía.

“Soñamos con una ley muy bonita, pero la realidad nos ofrece una ley posible. Con la prioridad que tiene la gente en este momento, me quedo con lo posible. Tengo la esperanza que el Poder Ejecutivo se va a poner al frente. Voy a citar una persona cercana a mis afectos: Tona Salino me dijo que personalmente se iba a poner al frente de esto y me marcó que querían una ley que simplifique. La ley nuestra tenía cierta complejidad que no íbamos a poder resolver. Nos quedamos con la ley posible en confianza de que el Ejecutivo va a saber lo que van a hacer por ella”, remarcó.

El legislador también dijo que fue hasta una cuestión personal lo que lo motivó a interesarse en el tema y apoyarlo. “Fui uno de los más prejuiciosos con el primer proyecto de ley que presentó Daniel González Espíndola. Pero como legislador vi más allá del texto mismo del proyecto. Comencé a conocer personas, que en el dolor y la necesidad, empezaron a experimentar, con riesgo penal, porque no había respuesta en la ley nacional, que solo permitía la compra de un aceite determinado de una marca determinada”, comenzó.

“Vi familias que tenían pancheras para hacer la decantación del aceite, a la sombra de la ley penal. Mi pobre vieja me pidió aceite de cannabis para sus dolores. O constituye una nueva pauta o reconoce una y la normaliza. Este segundo es el caso de esta ley. Es una situación ya instalada en la sociedad, ha vencido el prejuicio. Si no le ponemos un marco de institucionalidad, aparecen nuevas amenazas, no solo por la cuestión penal, sino también por los que empiezan a vender espejitos de colores en esta situación, cremas y aceites que no son tal”, justificó. 

“Nadie habla de cura, es un acompañante terapéutico, es un paliativo de ciertas patologías. Nadie dice que cure el cáncer o la epilepsia, pero lo minimiza y hace digno sobrellevar estas enfermedades”, concluyó.

Gustavo Coria, que pertenece a la Asociación Cannábica Esperanza de Vida, presenció la sesión y en contacto con los medios expresó que estaba conforme con la aprobación, pero advirtió que la complejidad de los padecimientos de cada persona hace necesario una reglamentación.

“Ojalá que la gente del INTA y el Conicet se ponga a trabajar. Dentro de la ley nacional no se toma en cuenta que tienen que usarse varios tipos de cepas, no es tan solo aceite, que en este caso es el de 'Charlotte' y solo contempla la epilepsia refractaria. Nosotros pretendemos que la ley nos cuide. Hoy solo quienes tienen una obra social o viajan a Estados Unidos pueden acceder al aceite”, remarcó.

“Estamos contentos porque estamos adheridos. Pero en nuestra asociación hay solo algunos chicos con epilepsia; hay gente con EPOC, con cáncer, demencia senil. A quienes va a alcanzar esta ley son pocos”, remarcó.