La búsqueda de Abel Ortiz avanza pero sigue sin novedades

La semana que viene se cumplirán cinco años de la desaparición de Abel Ortiz, “Pochi” como lo llamaba su familia, que aún no puede cerrar las heridas de su ausencia. Este domingo, el juez Penal 2 de Villa Mercedes, Leandro Estrada, comandó la inspección a un pozo de más de 40 metros de profundidad ubicado en un campo denominado "Chischaca", ubicado sobre la ruta provincial 3, unos diez kilómetros al norte del empalme con la ruta 43, sobre el costado este, precisó un informante. Ariel y Patricia Ortiz, hermanos del joven, participaron de la medida y confirmaron que no hallaron nada de interés para la causa.

Los trabajos comenzaron a las 8:30 y terminaron pasadas las 18. Participaron peritos de la División Criminalística de San Luis y Villa Mercedes, efectivos del Departamento Investigaciones de la Unidad Regional II, bomberos de la Policía y buzos tácticos ante la posibilidad de que el pozo, que tendría unos 50 años de antigüedad, estuviera inundado, algo que finalmente no ocurrió.

Marcela Ortiz, otra hermana de Abel, comentó la mañana de este lunes, en una entrevista con FM Lafinur Radio, que la medida ordenada por Estrada surgió de los muchísimos datos que llegan al juzgado, la Policía o la familia, que se constatan y chequean de a uno.

El pozo, refirió Ariel Ortiz, está unos 2,5 o 3 kilómetros campo adentro. Los bomberos descendieron cinco veces e hicieron algunas excavaciones, en las que hallaron parte de lo que sería una bermuda o malla de hombre, color azul, y huesos pequeños que parecieran ser de un animal. A pesar de lo llamativo de esos elementos, que fueron secuestrados y serán peritados, la familia de “Pochi” no se esperanzó de que pertenezcan a su hermano.

La “Chischaca” está a unos 100 kilómetros de la capital puntana y a unos 180 de Villa Mercedes. El poblado más cercano es Zanjitas, que está a unos 30 kilómetros.

Según trascendió, ese campo no sería el único que Estrada allanará en los próximos días.

Abel desapareció la noche del 16 de setiembre de 2014, cuando partió de la casa de su hermana en el barrio La Ribera al encuentro de su ex, la peluquera Alejandra Espinosa, y que en unas horas volvería. Jamás regresó, como si la tierra se lo hubiese tragado.