Analizan especies exóticas para forestar en la Cuenca del Morro

En el fútbol a veces hay que detener el frenesí, parar la pelota y levantar la vista para elegir la mejor jugada para cada momento del partido. Algo así es lo que realiza en estos momentos el Gobierno de la Provincia con su política forestal en la Cuenca del Morro. La Secretaría de Medio Ambiente y Parques decidió tomarse un tiempo para analizar cuáles son las especies que más se adaptan a las condiciones de la región afectada por desbalances hídricos, erosiones de suelos y crecimiento de nuevos cursos de agua.

Por eso, desde mediados de año el Subprograma Saneamiento Ambiental está abocado a una serie de ensayos con variedades de sauces y álamos, ambas exóticas y de la familia de las salicáceas, para seleccionar la que mejor tolere los altos niveles de salinidad que tiene la tierra y las anegaciones que se producen. "Estudiamos también la variación de la capa freática y cómo se relaciona con las lluvias. Y mientras hay más sequía, las sales se profundizan aún más. Pero al mismo tiempo, hay zonas que tienen anegamientos durante varios meses en la primavera y el verano. Por lo tanto, necesitamos una planta prácticamente todoterreno, que aguante todas esas situaciones", explicó Yvonne Scarpati, la responsable del área.

Para eso, se asesoraron con los especialistas del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) del Conicet, con docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata y con los investigadores del INTA Delta del Paraná, quienes se encargan de hacer cruzamientos genéticos entre las especies. A esta institución, el Gobierno le compró los clones para probar.

Así, hicieron una plantación en un establecimiento privado que está sobre la autopista Nº 55, a unos diez kilómetros de El Morro. "Firmamos un convenio con el productor y la idea es que si esto crece y funciona, nos deje sacar estacas para hacer lo mismo en campos vecinos", contó Scarpati.

De esa forma, la ingeniera forestal dijo que pretenden hacer una plantación masiva por las diferentes zonas de la cuenca, pero antes deben elegir el tipo de árbol adecuado para corregir algunas acciones que ya se hicieron sin tanto éxito.

"Ahora hay que esperar y mientras tanto hacemos un seguimiento y las mediciones. Pensamos que en marzo vamos a tener una noción de lo que funciona y lo que no, porque la primera parte de la raíz que sale es el momento más crítico para saber si sobrevive. Estamos esperanzados en que den resultado", expresó.

Scarpati explicó que estos árboles actúan como bombas biológicas, porque tienen rápido crecimiento y con las hojas de verano, a través del proceso conocido como de evapotranspiración, absorben el agua y la envían a la atmósfera.

Pero, para ahorrar tiempo, el subprograma desarrolló un estaquero en el vivero provincial que está ubicado en Villa Mercedes. Consiste en una plantación que contiene unos 600 ejemplares de las diferentes variedades, que sirve para multiplicar los árboles y conservarlos hasta que haya que trasplantarlos a la zona elegida.

Además de las especies exóticas, también cuentan con algunas nativas que consideran que se adaptan bien a las duras condiciones que presentan los campos y los caminos. Una de ellas es el caldén, la que mejores resultados les ha dado hasta el momento.

"Por eso es que estamos buscando reactivar la red de viveros provinciales, porque no existen en el país establecimientos que produzcan los árboles que necesitamos en gran cantidad. Ya tenemos dos que trabajan muy bien (el de Villa Mercedes y el de San Luis) y estamos largando en Merlo, en Quines y en Buena Esperanza", anticipó la funcionaria.

A pesar de la feroz sequía que sufrió la provincia este año, los problemas y cambios en la Cuenca del Morro aún persisten y se presentan nuevas dinámicas en el movimiento de los cursos de agua y las napas.