Camila y Cristal, una amistad que tiene como motor la superación

La sonrisa de Camila Agustina Sosa es tan grande que se deja ver a través de su barbijo rosa claro. El motivo de esa alegría tiene nombre y se llama Cristal, una yegua de diez meses que se encuentra en el Refugio Transitorio de Animales, más conocido como la ex Canera. Hace unos meses, la joven con Síndrome de Williams (una enfermedad genética) la amadrinó y desde entonces, su familia asegura que la amistad entre ambas la ayuda a mejorar su salud física y emocional.

"A mí me encantan los animales, tengo perros y ahora a Cristal, que la adopté en septiembre. Venimos cuando podemos y siempre la cuido, le doy de comer. La quiero mucho. A veces se porta más o menos porque es medio arisca, no le gusta que la peine", contó Camila entre risas, mientras sostenía un plato lleno de alimento para equinos y zanahorias.

La llegada de su tan querida amiga fue por recomendación médica. Hace cinco años recibió un trasplante renal y a raíz de eso fue diagnosticada con diabetes. "Su médica nos recomendó que hiciera equinoterapia o tuviera algún contacto con los caballos, ya que suelen tener una conexión muy fuerte con los chicos. Entonces le preguntamos a Sol (responsable del refugio) si podíamos comprar uno de los que están en la Canera y nos dijo que no hacía falta, que podíamos venir a cuidarlos. Y eso hicimos", contó Andrea de la Barrera, su mamá.

La mujer destacó que notó muchas mejoras en su hija luego de que comenzara a compartir algunas tardes y fines de semana con la equina. "A partir de que la trajimos ha tenido un cambio enorme. Le ha hecho muy bien, su diabetes se ha normalizado, ella está más contenta. Le encanta venir, se llena de vida. Más allá de que ella ya es una persona muy feliz y sonriente, esto la potenció", aseguró.

El gran sueño de la jovencita es poder caminar al lado de su amiga y montarla, una meta que va tomando forma en cada visita que realizan al predio ubicado sobre la avenida Jorge Newbery. Para eso, Camila asiste casi semanalmente, la alimenta, ayuda a bañarla y con su familia le compraron un bozal. "Nos vamos conociendo de a poco. Me encanta poder cuidarla", sostuvo, siempre sonriente.

Pero la salida al refugio no solo la beneficia a ella. Sus mamás, Andrea y Lorena Gómez, son enfermeras y forman parte de la primera línea en la lucha contra el coronavirus. "Esta es una terapia para todas. Antes de volver a la Fase 1 veníamos más seguido y era una salida para nosotras. Veníamos a pasar la tarde y descansábamos un poco de todo lo que ocurre. Nos viene bien compartir esto en familia, acompañar a Cami y estar con Cristal. Entre ellas está naciendo una conexión hermosa", expresó Gómez.

Para Soledad Martínez, encargada del establecimiento, el cariño que le brindan la joven y su familia también ayuda a la "Cuyana", como solían llamar antes a la equina, que fue rescatada el año pasado. "Un animal no solo necesita comida y asistencia médica, también requiere de cariño, paseos y cuidados. Cuando propusimos solicitar madrinas y padrinos, lo hicimos pensando en mejorar la calidad de vida de los caballos. Hay mucha gente que no puede tenerlos por falta de espacio pero están dispuestos a cuidarlos y eso es un gesto muy hermoso", destacó.

Actualmente hay 38 caballos en el refugio. También hay perros, cerdos y hasta un chivo que esperan por una familia o por alguien que los apadrine. "Las puertas están abiertas para todas las personas que quieran venir. Pueden acercarse de acuerdo a la terminación de documento y nos pueden consultar", agregó la funcionaria.