Villa Mercedes también tuvo su vigilia verde

Fueron días intensos para las miles de personas que esperaban conocer el dictamen de la Cámara de Diputados de la Nación. La respuesta era vital. Mientras que en Buenos Aires una marea verde volvió a sacudir las calles y en la capital puntana los pañuelos verdes coparon la plaza Pringles, en Villa Mercedes las agrupaciones feministas se concentraron en la Plaza del Sesquicentenario y en la escuela "Leonardo Da Vinci".

Para las villamercedinas, el punto de encuentro volvía a ser el mismo que hace dos años las escuchó cantar y relatar historias. La convocatoria esta vez fue un poco más tarde. Después de las 19:30, decenas de jóvenes comenzaron a llegar al predio de Pedernera y Urquiza. Allí hubo banderas, mates y mucha agua fresca para hacerles frente a los 39 grados que sofocaban a la ciudad.

Las integrantes de “Las Rudas", que forman parte de las Socorristas en Red, la Colectiva Feminista “Aquelarre” y las representantes locales de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito llevaron un parlante para que todo aquel que pasara por la plaza pudiese escuchar el debate. Mientras tanto, un grupo de chicas se encargó de proveer glitter para los rostros y pintura para comenzar con el armado de las pancartas.

De fondo, una tormenta amenazaba la jornada, pero eso no fue impedimento para la concentración. Las ansias eran más fuertes que cualquier pronóstico. “Estos días han sido de mucha alegría porque nos hemos reencontrado en este año de pandemia tan horrible e inusual que también puso en jaque nuestro activismo, y nuestras cuerpas en las calles se vieron limitadas. Y ahora, estar acá, nos da mucha esperanza. Esperamos que los resultados sean positivos para la salud de las mujeres”, contó María Jofré, de "Las Rudas".

Para Marisa Sandoval, de “Aquelarre”, el volver a encontrarse también era urgente. “Vinimos a visibilizar lo que está sucediendo. Hace años que venimos pidiendo por este derecho y lo hacemos con toda la energía y las ganas de que sea ley finalmente. Le estamos poniendo toda la garra porque realmente necesitamos que esto salga ya, para que no haya más mujeres muertas en la clandestinidad”, expresó.

Llegando las 21, el temporal se impuso. El viento, la lluvia y los rayos obligaron a las grupas a dispersarse. Pe-ro algunas pudieron refugiarse en las instalaciones de la escuela "Leonardo Da Vinci", en el barrio 500 viviendas. Armaron un acampe en uno de los salones del establecimiento, llevaron bolsas de dormir y víveres para pasar la noche. Ahí se quedaron despiertas hasta que el Congreso volvió a estallar en llanto y en aplausos: la media sanción era un hecho.

Redacción - NTV