El teatro puntano tiene nueva delegada en el instituto nacional
Guillermina Gómez Miró es la primera mujer en ocupar un cargo que nunca había recaído en alguien del interior provincial.
Los nuevos vientos en la delegación provincial del Instituto Nacional del Teatro llegaron del noreste, una zona donde la actividad creció de manera evidente en los últimos años. Guillermina Gómez Miró, fundadora del grupo Los Pirípulos y actriz de enorme carácter en escena, concretó a fines de la semana pasada lo que había ganado en septiembre en un concurso de antecedentes y se convirtió en la nueva delegada provincial del organismo que rige la actividad teatral.
Nacida en Mendoza pero radicada en el Valle del Conlara (actualmente reside en Carpintería) hace 18 años, uno de los orgullos mayores de la mujer es haber recorrido toda la provincia gracias al teatro. La compañía que integra hace 26 años junto a su marido, el también actor Fabián Rodríguez, le permitió mostrar su arte en lugares donde el teatro era una actividad completamente desconocida. “Me ha pasado que en un paraje, la persona más anciana del pueblo me dijo que era la primera vez que veía una obra”, cuenta con emoción en la voz.
Como Guillermina se formó y realizó gran parte de su carrera en el teatro popular, hacia allí apuntarán sus ideas en la gestión. La actriz aseguró que más que plantearse el objetivo de ampliar el público que asiste a los espectáculos, el eje central de su tarea será “garantizar derechos, tanto de los trabajadores como de los ciudadanos de la provincia”.
La nueva delegada sucede en la filial puntana del INT a Gabriel Arias, un dirigente que durante su gestión obtuvo una buena visión en las ciudades más importantes pero que fue mirado con recelo en el interior. Gómez Miró apunta a ampliar esos horizontes y a trabajar en toda la geografía provincial.
“Hay pueblos del interior con experiencias teatrales y creo que hay que apoyar esas actividades”, señaló la actriz, quien destacó además la variedad estética que existe entre los teatreros de la provincia, un punto que considera importante explotar para crecer hacia distintos ámbitos y públicos.
El hecho de que sea la primera delegada de la sede provincial con base en el interior, le suma autoridad a sus pretensiones, pero Guillermina no quiere que su lugar residencia opaque otro hecho inédito en el teatro provincial: será ella la primera mujer en ocupar el puesto de toma de decisiones.
Ser delegada provincial del INT es un cargo público a nivel nacional que llena de responsabilidades a la actriz, quien tiene entre otras prioridades avanzar en conjunto con el Programa Cultura del gobierno provincial. “En los últimos años se generaron algunos circuitos de trabajo, pero creo que pueden haber muchos más”, se desafió la flamante funcionaria.
La primera dificultad que encuentran los actores que quieren trabajar en el interior es la escasez de salas, lo que para Guillermina puede ser una oportunidad para reafirmar su voluntad de hacer teatro en los espacios públicos. “Pero para eso hay que capacitarse”, se apura en aclarar. “Hacer una obra en una plaza, en un barrio, no es lo mismo que hacerla en una sala. El actor tiene que tener otras capacidades de voz, de improvisación, de manejar los factores de distracción y creo que hay muchas maneras de formarse al respecto”.
Lo dice con el conocimiento que le da más de 30 años recorriendo espacios no convencionales en los que define como “una decisión política y estética”. “Estoy convencida de que el teatro callejero es el primer peldaño para formar espectadores, para conseguir que la persona que no está habituada a comprar una entrada descubra la actividad y empiece a interesarse”, sostuvo como una de sus primeras reflexiones en el cargo.
Más Noticias