La venta de terrenos vuelve a moverse tras años de quietud

Luego de un par de años de quietud, el mercado de bienes raíces de Villa Mercedes ha empezado a movilizarse con la venta de terrenos. La demanda todavía es poca, pero las inmobiliarias comenzaron a recibir consultas y a concretar operaciones por una oferta de lotes que es grande, sobre todo en los extremos este y oeste de la ciudad.

Es que la actividad es un termómetro que refleja, con mucha fidelidad, la temperatura de la economía nacional. Y los agentes reconocen que los últimos dos o tres años fueron malos para el sector. "Los negocios se mueven en función de cómo esté política y financieramente el país. Cuando hay estabilidad, la gente construye, tanto el que quiere hacer su casa como el que lo hace para renta. Pero desde hace un tiempo, las inmobiliarias están devastadas", admitió Tulio Galán, quien es el dueño de la empresa Crooner, una de las más grandes en la localidad.

El dólar es el gran director de orquesta y el que marca el ritmo de las ventas. Como el valor de las divisas no ha fluctuado tanto en los primeros meses del año, Galán sostuvo que muchos se vuelven a animar a hacer una inversión. Es que la mayoría de las tierras se cotizan en la moneda extranjera, como un seguro que usan los propietarios para garantizar que no se devalúen sus tierras. 

Las más económicas están en la franja este de la geografía villamercedina, hacia donde la urbanización se expandió también con las viviendas construidas por el Gobierno de la Provincia. Traducidos en pesos, los lotes más chicos (de 10,80 por 21 metros) arrancan en los 650.000 y pueden llegar hasta los 900.000. En el extremo opuesto, donde está la zona conocida como Quintas de Betbeder, los precios aumentan y llegan al 1.500.000. Mientras que las propiedades más costosas están dentro de las cuatro avenidas y el microcentro, donde generalmente no bajan de los 2.700.000.

Nicolás Gil, quien tiene una inmobiliaria con su nombre, contó que la mayoría de las personas interesadas en comprar buscan los valores más accesibles y generalmente optan por tomar las financiaciones que ofrecen los dueños. Sin embargo, aclaró que también existe una "sobrevaluación" de algunos terrenos. "Muchas veces no tiene relación lo que piden con la realidad de lo que la gente puede pagar. Muchos propietarios pretenden valores viles. El gran problema es que existen comisionistas que dicen que un lote vale un millón cuando en realidad cuesta 600.000", denunció.

Aunque hay muchos inversionistas que han empezado a aprovechar las tierras para refugiar sus ahorros, Galán agregó que también llegan muchas parejas jóvenes a sus oficinas con el sueño de hacer su propio hogar. "Siempre recomiendo que es más importante el terreno que la construcción, porque una vez que ponés los ladrillos ya no te movés más de esa zona. O si te toca vender, por cualquier razón, el lugar donde esté ubicada hace que se valorice o desvalorice la vivienda", aconsejó el agente.