Marcharon para pedir justicia por Aureliano Jofré

Después de las 18:30 del viernes, familiares de Hugo Aureliano Jofré, junto a numerosos amigos y vecinos, realizaron una marcha para pedir justicia por su asesinato. Con la asistencia de las Madres del Dolor, la procesión comenzó frente a la Catedral y desde Pringles y Rivadavia continuaron por la peatonal hacia el Poder Judicial, donde permanecieron un momento en una protesta pacífica, y volvieron a la iglesia.

Jofré, de 42 años, falleció el sábado pasado debido a los golpes que sufrió por el ataque de unas 20 personas, tras el accidente que tuvo en la rotonda de la avenida Santos Ortiz y Santa Fe, en donde embistió con su auto a Oscar Santos Paredes. Jofré se bajó a auxiliar al joven, quien poco después murió. Pero conocidos del atropellado lo atacaron. Aureliano estuvo cuatro días en terapia intensiva en el Hospital San Luis y el sábado 14 se cumplirá una semana de su fallecimiento.

“Lo vi el martes 3 por la mañana, cuando llevé a mi hija a la escuela, después a la tarde cuando volví de trabajar y después no lo vi más”, contó acongojada Karina Verónica Rosales, también de 42 años.

La esposa de Aureliano estuvo acompañada por sus tres hijos, Alexis Lautaro, de 18 años, Guadalupe, de 7, y Luciano, de 2, y a cada paso recibía gestos de cariño y abrazos alentadores.

Rosales hizo la denuncia en la Comisaría 4 el miércoles, con nombre y apellido de seis sospechosos que obtuvo de personas que “los conocen de jugar al fútbol (Jofré estaba en un campeonato de veteranos en Aseba); ‘tiraron’ nombres y andaban hablando en el barrio de lo que hicieron”, explicó indignada la viuda. Y agregó que “casi son vecinos”, ya que viven a seis cuadras de distancia.

“Lo vi el martes 3 por la mañana, cuando llevé a mi hija a la escuela, después a la tarde cuando volví de trabajar y después no lo vi más”, contó acongojada Karina Verónica Rosales, viuda de Jofré.

 

A Jofré lo atacaron a puñetazos y usaron elementos contundentes, y con uno le pegaron en la cabeza, que le causó la lesión más grave. “Le dieron golpes y patadas pero no se sabe con qué le pegaron fuerte -comentó Karina- después estuvo inconsciente todo el tiempo”.

Rosales comentó que se presentaron testigos que aportaron información, y también hay cámaras de seguridad en la rotonda y filmaciones de cámaras privadas que ayudaron a reconocerlos. Además de golpearlo, a Jofré le robaron la billetera y el teléfono. “Al celular no le di de baja para poder recuperarlo y saber quién lo tiene. El DNI lo tengo porque lo dejaba siempre en casa, él usaba la CIPE”, explicó mientras de fondo se oía el bullicio de aplausos, consignas y silbidos.

Sobre la teoría de si el joven iba en bicicleta o a pie, Rosales va por la segunda opción. “Nos llegó el comentario de que no venía en bicicleta sino corriendo, escapando de un robo, que se cruzó desesperado y no vio que venía el auto”.

“Desde 2003 que trabajamos en una ordenanza que es ‘No a la Violencia en San Luis’ y también por las Estrellas Amarillas y las Manos Rojas, que son pintadas en el asfalto por los hechos viales y los de violencia”, explicó Graciela González de Las Madres del Dolor.

 

Amigos, vecinos y familiares de Aureliano se acercaron a participar de la marcha en pedido de justicia por su violenta e inexplicable muerte. También estuvo Graciela González de Las Madres del Dolor, presentes por el caso de Jofré pero también enarbolaron más carteles con nombres de otras víctimas de accidentes de tránsito.

“Desde 2003 que trabajamos en una ordenanza que es ‘No a la Violencia en San Luis’ y también por las Estrellas Amarillas y las Manos Rojas, que son pintadas en el asfalto por los hechos viales y los de violencia”, explicó González.

“Consideramos que la violencia no debe existir, queremos una provincia con justicia y esa justicia la tienen que impartir los jueces, para que esto no pase”, dijo Graciela, mientras pasaban a su lado los manifestantes, ordenados y participativos.

González resaltó la singularidad de este hecho, en el que tras la muerte por un accidente de tránsito, hubo agresión a una persona y posterior robo. “Es a lo que apuntamos: si en cada uno de estos casos hubiesen tomado justicia por mano propia -dijo señalando con sus brazos a las personas que también perdieron personas queridas en situaciones semejantes- ¿qué sería de este San Luis? Sería la ley de la selva y no queremos eso”, declaró casi al borde de la emoción. “Luchamos por una sociedad diferente, tratar de concientizar a los jóvenes de que la violencia no debe existir”, concluyó González.