En las residencias de la ULP, 140 personas realizan la cuarentena
Otros 115 ciudadanos ya cumplieron su ciclo de aislamiento obligatorio. Las familias pueden acercarles productos.
Las residencias de la Universidad de La Punta (ULP) alojan actualmente a 140 personas que ingresaron a la provincia para realizar allí la cuarentena obligatoria de 14 días. Solo así podrán regresar a sus hogares, tras cumplir con la medida de prevención que dispuso el Gobierno de la Provincia para evitar posibles contagios. Ya hubo 115 puntanos que cumplieron con el plazo acordado. La ULP asegura que cuentan con los servicios básicos, elementos de higiene y alimentos y que no se les cobra por cumplir el aislamiento ahí.
En total son cuatro torres de 38 departamentos con cuatro plazas cada uno, lo que totaliza una capacidad de 608 camas. Además, cuentan con un hotel contiguo con diez habitaciones para dos personas cada una. Los departamentos tienen cuchetas, colchones, ropa blanca, vajilla, heladera, ollas, pava, servicios de agua, gas, electricidad, aire acondicionado y calefacción.
El primer paso para que ingresen es la autorización que les emite el gobierno provincial, describió la secretaria general de la ULP y quien coordina la asistencia en las residencias, Viviana Miotti. Una vez habilitados, son escoltados desde el puesto limítrofe hasta las residencias por la Policía.
Cuando ingresan al predio, personal del Sempro les toma la temperatura para chequear que no tengan fiebre y recién allí ingresan a los departamentos. Las personas no salen del departamento excepto para que les tomen la temperatura una vez al día. La universidad les provee de un bolsón inicial de comida y artículos de limpieza y luego les permiten solicitar comida o productos por delivery o a través de los familiares. Ellos a su vez pueden acercarles los víveres a través de un permiso temporario.
“Los incorporamos en un grupo que se llama Información residencia, donde les pasamos toda la data relacionada al funcionamiento de residencias y cómo deben hacer ellos para proveerse de alimentos. Allí pueden encontrar deliverys de frutas, carne, pollo y comida preparada”, detalló.
La limpieza de los departamentos está a cargo de cada uno de los residentes, aclaró Miotti, mientras que la universidad se encarga de la desinfección de los espacios comunes del edificio y cuando ingresa cada residente nuevo.
El uso y manejo de la ropa también tiene un procedimiento específico. Quienes inician la cuarentena deben dejar las prendas usadas en bolsas rojas cerradas con precintos y una lavandería las higieniza para que no circule entre los familiares.
Ni los deliverys ni el personal médico ingresa a las residencias. Hay empleados de la ULP que acercan los productos a los departamentos y los médicos tienen una sala de atención del Sempro, a unos metros. A su vez hay una guardia policial permanente en cada torre de departamentos.
Este martes, Walter Díaz estaba en el predio en el momento de la visita de El Diario. Se había acercado a la casa de estudios para darles ropa, alimentos y un televisor a su hija y su sobrina, que estuvieron varadas en Bariloche un mes y recién pudieron volver el domingo a la noche. “No sé cómo explicarte lo que siento. Hace un mes que no veo a mi hija, así que imaginate cómo puede ser. La extrañamos un montón, vamos a esperar que pasen estas dos semanas rápido”, dijo.
Miotti recalcó en el final de la visita: “Las residencias no tienen ningún costo para las personas que se alojan. El Gobierno de la Provincia hace un esfuerzo enorme para llevar adelante este proyecto”, dijo la funcionaria.


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