Unos 40 privados ya solicitaron habilitar sus centros de descarga

El flujo comercial y productivo se reactiva a paso firme en San Luis y el Comité de Crisis refuerza las medidas para evitar que el coronavirus ingrese al territorio puntano. Por eso, la semana que viene comenzarán a funcionar protocolos más estrictos para el transporte de cargas y se pondrán en marcha los cuatro centros de transferencia creados por la Provincia. Pero además, ya registraron unas 40 solicitudes de empresas privadas que buscan la habilitación de sus propios depósitos o predios logísticos.

La mayoría de quienes hicieron sus pedidos son fábricas y distribuidoras que cuentan con instalaciones y experiencia para hacer el traspaso de la mercadería que reciben o que envían hacia otras jurisdicciones. Los integrantes del Comité evaluarán si cada lugar cuenta con las condiciones necesarias para cumplir con las medidas de higiene y prevención que ya están establecidas para la actividad. "A partir de la semana próxima, inspeccionaremos si están aptos para hacer las operaciones", anticipó el secretario de San Luis Logística, Sebastián Lavandeira.

Para tramitar la habilitación, los particulares deben ingresar en la página web www.sanluis.gov.ar/ coronavirus. Luego, deben clickear en la opción de "Transporte", donde encontrarán un formulario digital que tendrán que completar con todos los datos de la institución, indicar las coordenadas y adjuntar el procedimiento detallado de cómo pretenden realizar las cargas o descargas. La convocatoria también está abierta para los diferentes municipios, para que pronto haya puestos más cercanos en cada localidad.

Pero todos los que no dispongan de un lugar propio o no consigan la autorización necesaria tendrán que utilizar los cuatro centros que prepara el gobierno provincial, con un trabajo conjunto entre la Secretaría de Transporte, la de Logística y el Comité de Crisis.

Uno estará asentado en el autódromo "Rosendo Hernández" de la capital, el segundo en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de Villa Mercedes, el tercero en el Aeropuerto Internacional del Valle de Conlara en Santa Rosa y el cuarto en la Terminal de Ómnibus de Buena Esperanza.

Cuando estén activos, todos los productos que tengan destino final en San Luis tendrán que ser despachados en estos puestos y desde ahí recién podrán ser transferidos al interior de las ciudades con transportistas locales o en los vehículos particulares de los dueños de la mercadería.

Lavandeira reconoció que este procedimiento significa un "esfuerzo" para los comercios o las fábricas. "Entendemos que es un sacrificio enorme, pero es la única forma de proteger a las familias y a toda la población. Estamos liberando muchas actividades económicas que habían estado cerradas, y tenemos que mantener el estatus sanitario que hemos logrado", expresó.

El protocolo, que ya está disponible en el sitio web del Ejecutivo puntano, aclara que se considera como transporte de carga a todos los camiones o furgones de más de 1.400 kilos de capacidad. Pero hay una serie de rubros que están exceptuados de hacer estas transferencias, por la naturaleza misma de lo que trasladan. En esa condición entran los alimentos que requieren una cadena de frío, la hacienda en pie, los medicamentos y otras cargas especiales como el combustible. De todos modos, deben realizar una inscripción y declarar sus recorridos.

El funcionario aclaró que los centros de distribución provinciales no cobrarán ningún canon por hacer las operaciones y que dispondrán de todas las herramientas tecnológicas para hacerlo de manera ágil. Por eso, sostuvo que la nueva medida no debería encarecer el precio final de los productos en las góndolas. "Esta forma de trabajo requiere organización y que las pequeñas empresas trabajen juntas para generar volumen y abaratar costos. Las grandes ciudades trabajan con este tipo de centros logísticos, lo que también puede ayudar a reactivar la economía del flete corto, que es muy interesante para todos los que tienen camionetas y transportes chicos", analizó.

Puesta a punto

La puesta a punto es diferente en cada uno de los cuatro lugares de distribución provinciales. La ZAL ya tiene instalaciones preparadas para hacer cargas y descargas, mientras que los demás edificios tienen que incorporar maquinarias y acondicionar espacios. Sin embargo, el centro villamercedino incorporará casillas que funcionarán como habitaciones y baños para los choferes de los camiones, algo que en lugares como una terminal o un aeropuerto ya tienen disponible.

Es que los conductores que no residen en San Luis cuentan con 24 horas, desde su ingreso, para abandonar el territorio puntano. Pero los que habitan en el interior tendrán dos opciones para poder hacer su trabajo y no poner en riesgo la buena posición sanitaria de la provincia.

La primera alternativa es que al llegar, hagan una cuarentena en sus hogares. Pero hay una segunda posibilidad para quienes quieran continuar haciendo viajes y no estar aislados durante catorce días: tendrán que permanecer en los centros logísticos.

"Les vamos a brindar un servicio de descanso, donde podrán estar con sus casillas o usar las que vamos a disponer nosotros, que no tendrán ningún costo", explicó.

En la ZAL ya trabajan en los pozos sépticos para instalar dos contenedores que tendrán, cada uno, dos inodoros, dos lavamanos y dos duchas. Además, habrá seis casillas que funcionarán como dormitorios, y en el predio ya hay un servicio de foodtruck. En estos días, instalarán la cabina sanitaria para hacer todas las inspecciones bromatológicas de los productos alimenticios.

Tanto este, como el resto de los espacios, tendrán playas para estacionar los camiones, para hacer el traspaso de las cargas y estarán abiertas las 24 horas. Sin embargo, las transferencias solo se harán entre las 8 y las 17.