En la UNSL desarrollaron un prototipo de respirador artificial

La lucha puntana contra el coronavirus cuenta con un nuevo aporte. La iniciativa es de un grupo de alumnos avanzados y graduados de las carreras de Ingeniería Electrónica de la UNSL, quienes desarrollaron un prototipo de respirador artificial destinado para el tratamiento de pacientes con COVID-19. El proyecto cuenta además con la participación de un colega de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).

El equipo que diseñó el dispositivo está integrado por los estudiantes Matías Aprea, Gonzalo Bertello, Ramiro Gitto y Juan Pablo Rodríguez. Los acompañan además los ingenieros Lucas Novello, Martín Manoni y Mateo San Emeterio. Estos dos últimos fueron los primeros en plantear como un problema la falta de respiradores ante un eventual brote en el país y con esa intención inicial, ambos convocaron al resto de los compañeros, con los que comenzaron a trabajar tras la declaración del aislamiento social, preventivo y obligatorio el 20 de marzo. Durante más de dos meses, los jóvenes dedicaron intensas jornadas de trabajo de entre seis y siete horas diarias.

"Desarrollamos el proyecto con un prototipo español y en la siguiente etapa apuntamos a construir el mismo modelo. Empezamos a investigar cada uno por nuestra cuenta porque por la cuarentena no podíamos reunirnos, hasta que la universidad se encargó de tramitar los permisos ante el gobierno provincial y nos cedió los espacios físicos para empezar a trabajar. En la fase actual estaría listo para probarse con personas, pero todavía faltan algunas instancias para su aprobación definitiva", explicó Rodríguez, quien es uno de los estudiantes que está a punto de conseguir su titulación de ingeniero.

Además, el joven dijo que a fines de la semana pasada las autoridades de la UNSL les confirmaron al equipo que apoyará la mejora del respirador con un subsidio de 350 mil pesos. Además del respaldo económico para afrontar el gasto de componentes (la mayoría importados, pero que es posible conseguir en el mercado nacional), la casa de estudios comenzó el nexo con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para lograr la certificación del prototipo, mientras que también prepara el nexo con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para lograr la aprobación definitiva del respirador artificial.

"Cumple con todas las funciones de un respirador comercial con control de flujo y presión, como también con la frecuencia respiratoria que son parámetros básicos. La siguiente etapa consiste en mejorar la calidad y la seguridad de los elementos utilizados, lo que nos va a permitir realizar pruebas y aprobaciones para su uso medicinal", indicó Rodríguez, quien agregó que un aparato similar en el mercado cuesta entre 4 y 8 millones de pesos, unas quince veces más que el desarrollado en la UNSL.

En caso de lograr la conformidad técnica requerida, el respirador puntano estará listo para ser replicado con facilidad en la provincia. Para eso está previsto un trabajo conjunto con empresas locales de mecanizado y matrizado, procesos que permitirán lograr un diseño sanitario, una tarea a la que también podrían sumarse de manera voluntaria  más estudiantes y profesionales de las carreras técnicas y de ingeniería vinculadas a la electrónica.