Acueducto Río Grande: avanzan en el arreglo y el miércoles harán una prueba
San Luis Agua colocó el reemplazo del caño roto e inició un proceso para recubrirlo. Las cuadrillas trabajan sin descanso, pero no hay buenas perspectivas de tiempo.
Hay operarios de San Luis Agua que llevan tres días trabajando casi sin descanso y otros tantos se les fueron sumando el fin de semana y lo harán esta noche. A la par, funcionarios del gobierno provincial hicieron un gran esfuerzo para gestionar la entrega del repuesto del caño del acueducto Río Grande que se rompió el viernes y que llegó esta tarde. Pero a pesar de la predisposición de todos, los trabajos de reparación insumen tiempo y la red comenzaría a llenarse a modo de prueba recién el miércoles a la madrugada.
El caño de 900 milímetros de diámetro, que fue adquirido en Mendoza, llegó a la zona de la rotura en horas de la siesta y, a pesar de ser fundamental para la reparación, no hace magia por sí solo.
Tras alinearlo y colocarlo a la altura del acueducto, los trabajadores comenzaron a hacer un “biselado, que es realizar una película muy fina alrededor del caño para recibir las próximas envolventes de resina. El trabajo de enfibrado dura entre tres y seis horas, y después nos queda una noche de drenaje, de bombear todo el tiempo para que no se nos moje la resina que hemos colocado. Ya mañana (por este martes) tendría que estar totalmente soldada y fraguada esa resina para poder habilitar el caño, pero empezaríamos con los trabajos de relleno y compactación para afirmar el arreglo, darle firmeza y que con el agua no se nos mueva”, explicó esta tarde María Cecilia Vallejo, gerente operativa de San Luis Agua.
“Ha sido un trabajo largo y tedioso porque tenemos el río cerca, las vertientes están drenando todo el tiempo y tenemos que bombear esa agua. Los chicos trabajan no muy cómodos: son seis en un tramo muy corto, y hay mucho tiempo muerto, porque hay momentos, horas, que hay que bombear y parar todo lo que se está haciendo”, ahondó.
“Calculamos que en las primeras horas de la madrugada del miércoles recién estaríamos erogando desde el dique”, estimó Vallejo, aunque aclaró que “a las plantas potabilizadoras de la ciudad recién les estaría llegando ese agua entre 12 y 14 horas después. Luego tenemos que esperar el tiempo de permanencia y el proceso de potabilización propio de cada planta, luego la distribución. No sé cómo es el procedimiento de normalización o los tiempos que manejan en cada planta”.
“Toda la noche va a haber gente haciendo guardia, los muchachos se van a descansar porque hace tres días que están acá y vienen otros de serenos a cuidar y a seguir bombeando”, concluyó.
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