Obispo Martínez Perea: “Me da pena irme, San Luis es un lugar familiar”

Con la oficialización del nuevo obispo en San Luis, Gabriel Barba; el actual representante, Daniel Martínez Perea, habló relajado para despedirse no solo de los fieles, sino también de cada puntano. “Me da pena irme, San Luis es un lugar familiar y siempre me acompañaron”, aseguró.

La novedad de su cambio amaneció con los primeros rayos del sol y tras una decisión tomada por el Papa Francisco. Martínez Perea aseguró que no hay una fecha concreta para el relevo, pero estimó que será en un plazo de uno o dos meses, cuando Barba pueda resolver el alejamiento de su diócesis.

La decisión de Martínez Perea estaba tomada hace unos meses y aseguró que quería que se concrete para abril, pero la pandemia retrasó todos los movimientos.

“Ayer a la tarde fui notificado. Resalto la transparencia de esta provincia. Di todo lo que pude, más no pude haber hecho”, dijo a modo de resumen sobre su gestión en una conferencia de prensa realizada en el Obispado de San Luis.

A Gabriel Barba lo conoció en reuniones anteriores. “Es comunicador, es un hombre muy cercano y conoce San Luis. Va a respetar las tradiciones, aunque es otra persona a mi forma de ser”, definió al monseñor que proviene de La Matanza, Buenos Aires, a quien definió como un tipo más tecnológico, porque usa WhatsApp.

Martínez Perea dejó un mensaje: “Quiero transmitir tranquilidad, el Gobierno Provincial y la Diócesis tenía una relación de respeto, en conjunto y de autonomía”.

“En San Luis a veces se busca la confrontación y eso causa heridas. No podemos estar de acuerdo con el aborto, pero no está mal que opinen diferente”, reconoció.

Por último, volvió con sus palabras de gratitud: “Le tengo que decir gracias a San Luis. Les pido que recemos y aceptemos al obispo para que pueda hacer las cosas mejor que yo. La vida de la Iglesia sigue, esto no es nada especial. No se peleen”.