Hubo dos femicidios en menos de 24 horas

Una mujer de 56 años fue asesinada a puñaladas en su casa de la localidad bonaerense de José León Suárez, partido de San Martín, y por el femicidio buscan a su esposo, quien, según familiares de la víctima, la amenazaba y tenía antecedentes por otro crimen, informaron fuentes policiales y judiciales a Télam.

Horas antes, en la localidad salteña de El Bordo, otra mujer, de 37 años y madre de cuatro hijos, fue degollada en su casa por su pareja, quien tras cometer el femicidio se dirigió a una comisaría y confesó el crimen.

El primer hecho ocurrió en la noche del miércoles en una vivienda ubicada en la calle Alfredo Palacios 166, en el barrio Independencia de dicha localidad del noroeste del conurbano, donde residía la víctima, identificada como Blanca Susana Sarabia.

Tras un llamado al 911, personal de la Comisaría 4ª de San Martín se trasladó hasta ese domicilio y halló a Sarabia en la puerta, malherida en la espalda, por lo que fue trasladada de urgencia al Hospital Fleming de esa localidad, aunque arribó muerta como consecuencia de una serie de lesiones producidas con un arma blanca.

En la escena del crimen, los peritos secuestraron un cuchillo tipo carnicero con la hoja partida, con la que se cree se cometió el ataque.

De acuerdo a los testigos presenciales, el femicidio ocurrió en medio de una discusión entre la víctima y su esposo, identificado como Carlos Alberto Flores (40), alias “El Tucumano”, con quien aparentemente estaba distanciada, aunque era habitual que regresara.

Según los testimonios, la víctima estaba casada con el homicida desde hacía 15 años y tenían un hijo en común, al tiempo que ella tenía otra hija de una relación anterior.

Gabi, una nieta de la víctima, contó esta tarde a la prensa que ella se encontraba en la casa junto a su bebé cuando ocurrió el hecho.

“Él quería volver, pero ella estaba firme en que no quería volver con él”, señaló la nieta de Susana Sarabia.

“Estábamos comiendo cuando llegó Maxi, el hijo de ellos, y ella salió a darle plata para que se comprara una zapatillas. Cuando se fue el hijo comenzaron a discutir y ella le pidió, de buena manera, que se fuera, pero él le dijo que había perdido las llaves de su pieza y que no tenía a dónde ir”, relató al programa "Cortá por Lozano", de Telefe.

Luego llegaron la madre y la comadre de la víctima y esta les contó que Carlos estaba “buscando la llave para irse”, pero él, en vez de retirarse, “se acostó en la cama y prendió un cigarrillo”.

“Al rato, ella salió al abrirles el portón a su madre y a su comadre que se iban, mientras él estaba arreglando una estufa con un cuchillo”, indicó.

Según la testigo, Carlos se dirigió hacia el portón cuando Susana se quedó sola, tras lo cual ella escuchó “gritos” afuera, por lo que del miedo decidió quedarse “adentro con el bebé”.

“Antes del ataque, Susana me dijo 'Apenas se vaya Carlos cerramos todo con llave hasta que venga Maxi, porque tengo miedo que vuelva'”, recordó la nieta, quien detalló que el prófugo “ya le había levantado la mano” a Susana y que en el último tiempo, desde que estaban separados, “eran todas peleas”.

Nilda, hija de Susana y madre de Gabi, contó que el prófugo “siempre amenazaba” a la víctima “con que le iba a matar a uno de sus hijos” y que, por eso, la mujer asesinada no denunciaba los hechos de violencia a los que él la sometía.

En los operativos para localizar al esposo de la víctima intervienen efectivos de la comisaría de José León Suárez y detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín.

El segundo femicidio ocurrió en una casa de la calle Tucumán, del barrio Río Grande, en esa localidad ubicada a más de 60 kilómetros de la ciudad de Salta, y la víctima fue identificada por los investigadores como Alicia Mamaní, de 37 años, quien presentaba una lesión de arma blanca en el cuello que le provocó la muerte en el acto.

En tanto, el atacante, identificado como Antonio Gallo, de 49 años, quedó a disposición del fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Ramiro Ramos Ossorio, quien le imputó el delito de "Homicidio doblemente agravado".

Todo comenzó cuando el hombre se presentó en la subcomisaría de esa localidad, donde confesó haber matado a su pareja y madre de sus cuatro hijos.

Inmediatamente, personal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales y de la Brigada de Investigaciones de General Güemes concurrió a la vivienda de la víctima y encontró a la mujer asesinada con una herida en el cuello.

Los investigadores intentaban ahora determinar los motivos del femicidio de Mamani, informaron fuentes policiales.

De las primeras tareas investigativas surgió que la pareja atravesaba una crisis familiar.

Los voceros precisaron que, si bien no existían antecedentes de violencia en la pareja, un miembro de la familia de la víctima detalló que, días antes del hecho, la mujer había sido agredida y amenazada por el acusado, pero que no se radicó denuncia.

Este jueves, el femicida se negó a declarar ante la fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio.

El hombre quedó detenido en una dependencia policial de General Güemes y, ante las medidas sanitarias vigentes por el coronavirus, se realizó el control de legalidad y la audiencia de imputación con el uso de métodos tecnológicos.