T-MEC: oportunidades inoportunas

 Tras la entrada en vigor del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) el 1º de julio, el presidente mexicano realizará su primera visita oficial a su vecino del norte.

"La vecindad con la economía más fuerte del planeta en las circunstancias actuales de recesión global de las economías nos ayudará a impulsar nuestras actividades productivas y a crear nuevos empleos", afirmó Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO) en conferencia respecto a su viaje.

Para México el acuerdo comercial significa sellar por al menos otros 16 años (la duración que tendrá el acuerdo que reemplazó al Tlcan, vigente desde 1994) la relación con sus principales socios comerciales: las exportaciones mexicanas hacia América del Norte suponen un 35% de su PBI. Sin embargo, la relación de dependencia no es igual con respecto a los otros dos miembros, ya que de cada cien pesos que México exporta, cuarenta provienen de las cadenas de valor estadounidenses y veinticinco de Canadá.

Mantener los lazos comerciales con sus socios, a pesar de que se trata de una relación claramente desigual, puede ser clave para México, un país cuya economía está en recesión, situación que amenaza con agravarse por las consecuencias económicas de la pandemia.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, enfatizó desde el primer momento en la necesidad de "asegurar nuestra relación comercial más importante para las generaciones futuras, para asegurar que los empleos para los trabajadores en todo el país que dependen del comercio con Estados Unidos estén en un buen lugar”, una alocución que deja en evidencia que su mayor interés en el acuerdo son sus relaciones con los EE.UU. más que con su socio latinoamericano. No se lo puede culpar: el mercado norteamericano representa el 28% del PBI mundial.

Para Trump, el Tlcan, antecesor del actual, era “el peor acuerdo en la historia de EE.UU.”. Y, además de estar conforme en lo comercial con este nuevo documento, algunos ven en el tratado y, sobre todo, en la próxima reunión con AMLO, una especie de trampolín electoral: podría significarle la atracción de 15 millones de votos latinos en las próximas elecciones.

¿Por qué AMLO decide viajar precisamente en el peor momento de la pandemia? Si bien las negociaciones finalizaron y el acuerdo entró en vigor, el presidente mexicano se reunirá con Trump. A quienes se preguntan si es necesario en este contexto y por qué Obrador decidió aceptar la invitación sabiendo el uso político que tal vez se le dé, podríamos responder que se trata del mismo impulso económico que lo llevó a ser parte de la política antiinmigratoria de su par norteamericano: el temor a las represalias arancelarias, que agravarían aún más la situación mexicana.