Los tiempos más oscuros

Hacia el final de la Convención Demócrata y en el discurso de aceptación de la candidatura para presidente de los Estados Unidos, Joe Biden definió el momento actual del país y el mandato de Donald Trump como un momento de oscuridad.

Dijo, además, que el país atraviesa por “la tormenta perfecta”, una situación caracterizada por cuatro crisis que él definió como históricas y simultáneas: “La peor pandemia en más de 100 años, la crisis económica más grave desde la Gran Depresión, el mayor llamamiento por justicia racial desde los '60, y las amenazas del cambio climático".

De esa manera, en parte, Biden definió los cuatro ejes prioritarios de su gobierno si gana las elecciones el 3 de noviembre. Su primera medida, anunció, será la de combatir el virus, sin lo cual, considera, la economía no podría recuperarse. Una clara oposición con respecto a la postura que primó por parte del gobierno de Trump durante la pandemia: la presunción de que existe, en este contexto, una dicotomía entre salud y economía.

Otro punto importante de su discurso fue el tema de la salud, en el que resaltó los avances durante el mandato de Barack Obama y los retrocesos durante el gobierno de Trump. Prometió revertir la situación actual y volver a los principios que marcaron la gestión en la que él se desempeñó como vicepresidente.

Para reforzar su idea, pidió juzgar al actual mandatario por los hechos: “5 millones de estadounidenses afectados por COVID-19, más de 170 mil estadounidenses muertos, más de 50 millones de personas que pidieron asistencia por desempleo, más de 10 millones de personas que van a perder su seguro médico este año, 1 de cada 6 negocios cerrados... Y si este presidente es reelecto, ¿qué va a pasar?”, se preguntó Biden.

Con referencia al racismo, también se hizo otra pregunta: “¿Seremos la generación que se oponga al racismo y lo borre del carácter nacional? Yo creo que estamos listos. El país está listo para sobrellevar esta tarea y deshacerse de esta carga de odio y hacer el trabajo de erradicar el racismo sistemático”, marcando una profunda diferencia con el discurso de Trump.

Pero, si bien habló de la necesidad de un cambio, en su discurso no todo fue ruptura. Sobre el final Biden volvió a la histórica idea (usada tanto por demócratas como por republicanos) de que EE.UU. es el país de las oportunidades.

"Que la historia pueda decir que el final de este episodio de oscuridad en EE.UU. comenzó aquí, esta noche", es la primera oportunidad a la que Biden hace referencia.

Restará ahora definir entonces a favor de quién serán las próximas conquistas.