Las farmacias de Villa Mercedes recolectarán medicamentos vencidos

El Centro de Propietarios de Farmacias (Cenprofar) relanzará, de la mano del Municipio, un plan que vio la luz en el 2013 pero que perdió vigencia en los últimos años. En los 47 locales que hay en la ciudad colocarán urnas para recolectar los medicamentos vencidos de los clientes y, de esa forma, ayudarán a un tratamiento residual diferenciado.

“Para la gente siempre es una gran duda saber qué hacer cuando se les vence un remedio en la casa, en el famoso botiquín que todos tenemos. No saben si tirarlos al tacho de basura, a las cloacas, y muchas veces vienen a consultarnos", contó Fabián Bautista, quien preside la cámara que nuclea a los empresarios del sector.

Sin embargo, advirtió que existen grandes riesgos si todos estos productos se desechan sin los cuidados necesarios. “En primer lugar, alguien puede abrir la bolsa de residuos domiciliaria, la puede revisar y puede pasar cualquier cosa con ese remedio, que puede estar en estado de toxicidad, se podría desencadenar un problema serio en la salud. Pero si se tira en la red cloacal, puede generar un daño ecológico en la planta de efluentes, sobre todo si se arrojan antibióticos", alertó.

Por eso, los farmacéuticos ya le presentaron al intendente Maximiliano Frontera la propuesta para reactivar la campaña. La semana que viene harán la presentación formal, pero la modalidad seguirá siendo la misma: los comercios tendrán una planilla para llevar el registro de lo que los vecinos depositan, le quitarán los paquetes y envoltorios y sellarán las cajas con una faja. La empresa encargada de la recolección los llevará al Centro de Disposición Final, donde serán enterrados en celdas especiales, separadas de los desechos comunes.

"Lo que estamos pidiendo a la gente es que se vaya preparando y empiece a revisar sus botiquines para cuando empezamos", instó Bautista.

Además, el proyecto tiene otros objetivos. Uno es lograr una cuantificación del volumen, en unidades y valor económico, de los remedios que los villamercedinos desperdician. De esa forma, "si se tira mucho demuestra que hay un mal gasto en salud. Pero también nos evidenciaría que hay mucha automedicación o que los pacientes abandonan los tratamientos antes de terminarlos", planteó.

Es que la segunda etapa de la campaña llegaría con la reactivación de la ordenanza 271, que está aprobada desde el 2009 pero que según los propietarios también se ha dejado de controlar con el paso del tiempo. La normativa es la que reglamenta que la venta de medicamentos solo puede hacerse en farmacias y, por lo tanto, está prohibida en kioscos, despensas y supermercados.

"Una automedicación irresponsable de los pacientes podría poner en riesgo su salud. Por ejemplo, el ibuprofeno es lo que más la gente consume pero es la principal contraindicación en un caso de COVID-19 positivo", argumentó el comerciante.