Recomiendan demoler lo que quedó de la casa que se derrumbó

La provincia sigue conmocionada por el fatal derrumbe ocurrido el martes, pasadas las 13, en una propiedad ubicada en la esquina de Aristóbulo del Valle y San Juan, que dejó como saldo dos sobrevivientes y dos muertos, Nélida Deolinda Romero de Gitto, anciana de 83 años, quien era la dueña del lugar, y Javier Rodríguez, un joven de 20 años que realizaba trabajos de albañilería. El miércoles, el juez Penal 1, Marcos Flores Leyes, señaló que este jueves un perito del Colegio de Ingenieros junto a personal de la Municipalidad de San Luis realizará una inspección en el lugar para determinar de qué manera realizarán las demoliciones que el experto considera que se deben hacer de manera urgente, dado que hay tres estructuras con riesgo de derrumbe.

Por otra parte, el magistrado estaba el miércoles r a la espera de los informes preliminares realizados por Criminalística, la Municipalidad de San Luis y el Colegio de Ingenieros, organismo al que le solicitó que realizara una pericia más pormenorizada in situ, para determinar las causas del hecho.

“Un perito estuvo hoy (por el miércoles) allí y comenzó a elaborar una pericia que estará lista en el transcurso de la semana. Tanto él como la Municipalidad estiman que hay que realizar la demolición de los restos de la edificación, a fin de evitar riesgos en lo sucesivo. Mañana (por este jueves)  se va a proceder a inspeccionar el inmueble para analizar la mejor manera de llevar adelante dicha tarea”, contó el juez Flores Leyes.

El miércoles por la mañana, Gabriel Gutiérrez, el ingeniero civil designado para realizar el estudio, señaló que de forma urgente se debe demoler una viga y dos mamposterías. “Uno de los vecinos ha sufrido un colapso en su vivienda, que también deberá demoler. La Municipalidad tendrá que determinar si las harán ellos o el propietario de la vivienda derrumbada”, indicó.

Gutiérrez aseguró que lo más importante es derribar estos sectores de forma controlada, dado que un leve viento podría provocar que esas estructuras caigan por sí solas y generar un inconveniente mayor. “Después hay que determinar qué pasó y por qué pasó. Para eso hacen falta los planos municipales, si es que existen, y saber qué trabajos hacían al momento del hecho y si se trata de una obra legal o ilegal. Si era una obra ilegal tenemos que sospechar de muchas cosas. En cambio, si era una obra legal, que cuenta con planos y cálculo, reviso el cálculo primero y de esa manera sabré si todo estaba bien”, explicó. Y agregó que por algunos testimonios supo que en el inmueble funcionaron negocios de distintos rubros, como la tradicional “Panadería Gitto”, un pelotero y un taller mecánico. “Ahora iba a funcionar una concesionaria de autos. Durante todos estos años rompieron mampostería portante, que era la que sostenía la losa. Fueron demoliendo y demoliendo hasta que deshicieron la última, que fue la que produjo la desgracia”, lamentó.

El martes policías, rescatistas y bomberos de diferentes cuarteles trabajaron incansablemente hasta ayer pasadas las 3:30 de la madrugada. “Tras retirar el cadáver del joven (NdP: fue aproximadamente a las 18 horas) continuamos con la remoción de escombros y luego comenzamos a trabajar con las máquinas retroexcavadoras, para descartar que hubiera una persona debajo de los escombros que quedaban. Logramos remover todo hasta que quedó a la vista el piso de la planta baja”, contó el director general de Bomberos de la Policía, comisario mayor Rafael Godoy.

En cuanto a las pericias, Godoy informó que acordaron con la instrucción policial que le solicitaran al juez que designe a un perito, ya sea un ingeniero o un arquitecto, para que pueda determinar con mayor precisión el motivo del derrumbe a través de un estudio adecuado.

A su vez, la fuente refirió que a través de testimonios que lograron recabar en el lugar supieron que Jorge Alberto Cepeda, uno de los sobrevivientes, de 51 años, realizaba remodelaciones en la planta baja junto a Rodríguez, el muchacho que falleció.

Indicó que también lograron determinar que el joven, Cepeda y su esposa, Ana María Zabala, de 53 años, quien también fue socorrida con vida, estaban en la planta baja, y que la anciana se encontraba en la planta alta cuando ocurrió la tragedia.

“Los dos sobrevivientes estaban conscientes cuando fueron rescatados. De hecho, ellos nos indicaron dónde estaba ubicado el chico cuando ocurrió el derrumbe. El dato fue certero. Si vemos la vivienda desde el frente, el chico estaba en el sector izquierdo de la planta baja (NdP: es decir, por Aristóbulo del Valle), tal como ellos lo señalaron”, dijo Godoy.

La salud de los heridos

El juez Penal 1 señaló que las autopsias realizadas revelaron que Gitto y Rodríguez sufrieron traumatismo craneoencefálico y que, además, el joven sufrió aplastamiento de la cabeza.

Por otro lado, el Ministerio de Salud informó el miércoles que Cepeda permanecía internado en Traumatología del Hospital San Luis con fractura en el fémur izquierdo, hemodinámicamente estable y que será operado por dicha lesión. La mujer recibió el alta hospitalaria en la tarde del miércoles.