Florencia Espinosa
Periodista
La madre de Frankenstein
El 30 de agosto de 1797 nacía Mary Shelley, la autora de una obra clásica de la literatura de terror: Frankenstein. La escritora era, además, hija de Mary Wollstonecraft, filósofa y pionera feminista y autora de "La Vindicación de los derechos de la mujer", publicado en 1792. Si bien Wollstonecraft murió cuando Mary nació, el espíritu feminista y la búsqueda de la libertad permanecieron en ella.
En 1816, con menos de 20 años, Shelley creó el personaje ícono del terror y de la ciencia ficción y es considerada una pionera del género. Mary escribió con influencia de los sentimientos que la acompañaron de por vida: la culpa que sentía por la muerte de su madre y el fallecimiento de tres de sus cuatro hijos: una a los pocos días de nacer y dos que nacieron sin vida.
Frankenstein, el monstruo creado a partir de retazos de cadáveres, representaba las ganas de Mary de revivir a sus seres queridos.
Poco tiempo después, su marido, Percy Shelley, murió ahogado. La tragedia y soledad habitaron la vida de la escritora. Por ese hombre, con el que había iniciado una relación a los 17 años a pesar de estar él casado, tuvo que soportar ser juzgada e incomprendida por la sociedad británica de la época. De hecho, la exmujer de Percy terminó suicidándose y la culpa recayó, nuevamente, sobre Mary.
Entre sus obras figuran otros títulos célebres como "Mathilda", "Valperga" y "Lodore". En la gran mayoría de ellas, la autora despuntó su pluma con tintes autobiográficos y con algunas ideas de la corriente feminista, aunque no llegara a profundizarlas. Habló del lugar de la mujer en la sociedad y la familia sin llegar a cuestionarlo, pero sí incluyó, sutilmente, la posibilidad de un ideal de igualdad entre hombres y mujeres. Recién en su última novela publicada, "Falkner", de 1837, la protagonista triunfó y habló de que los varones deberían poder tener compasión, comprensión y generosidad para ser mejores.
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