Un grupo de jóvenes puntanos lucha contra el cambio climático

Jóvenes por el Clima San Luis es una subdelegación de una ONG argentina que tiene sedes en varias provincias, como Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Uno de sus integrantes puntanos es Maico Oro, quien además es un autodidacta y ávido lector sobre las cuestiones que atañen al medio ambiente. La ONG realiza reuniones semanales en la plaza Pringles.

La iniciativa, según explicó Oro, tiene su inicio en Europa y está muy inspirada y relacionada con la aparición de la activista climática Greta Thunberg, quien en 2019, motivada por toda la preocupación por el calentamiento global, convocó a una huelga climática mundial de activistas jóvenes para exigirles a los gobiernos de todo el planeta acciones contundentes que mitiguen los efectos del cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y accionar en los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 de las Naciones Unidas.

“Como organización, a nivel nacional, Jóvenes por el Clima busca exigir a los políticos, legisladores y gobernantes que realicen acciones que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático y al adaptamiento del calentamiento global; también apoyamos la aprobación de leyes como la de humedales y la de etiquetado frontal de los alimentos, que hoy están en la agenda política. Además, manifestamos cuando vemos cosas de la diligencia política que están mal y se trata de encontrar soluciones a los problemas”, detalló.

Oro contó que entre las actividades que realizan dentro de la organización está “debatir sobre temas de actualidad dentro del ambientalismo, que pasan en San Luis, en Argentina y en el mundo; compartimos diferentes puntos de vista. La última convocatoria que realizamos fue el 24 de septiembre: participamos de la huelga mundial por el clima 2021. Ahí armamos una manifestación en la plaza Pringles que fue parte de una movilización global para exigir a los gobiernos acciones contundentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar las consecuencias del calentamiento global”.

“Compartimos opiniones, nos retroalimentamos en nuestro ambientalismo y cuando observamos algo sobre lo que es pertinente organizar una actividad, nos reunimos para salir a las calles para contribuir al cambio sociocultural que creemos que es necesario para asegurar un desarrollo sostenible”, afirmó.