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Un club de barrio en el centro: Cultural y Deportivo Belgrano cumplió 79 años

Fue fundado el 2 de noviembre de 1942 y sus primeros pasos los dio en Mitre y Pringles. La compra del terreno de la actual sede contó con el aporte de don Félix Vega.

Por Johnny Díaz
| 28 de noviembre de 2021
1942-2021. El 2 de noviembre el club Cultural y Deportivo Belgrano cumplió 79 años. Una historia para contar. Fotos: Marianela Sánchez/Gentileza.

“Mi abuelo Félix compró la esquina de Belgrano y Mitre y fundó el club Cultural y Deportivo Belgrano”, dice con orgullo su nieto Pablo César Vega, quien agrega que “de su bolsillo sacó el dinero y por años la escritura de esa esquina la tenía mi abuela, Emma, en su casa. Todo comenzó cuando un día, mi abuelo, Félix Vega, acompañado de otro miembro de la comisión directiva, "El Chula" Rodríguez, fue hasta la casa del doctor Agúndez, en calle Belgrano antes de Chacabuco, con la intención de hacer una adquisición. Como no pudieron, compró la casa en la que hoy funciona el club. Así es la historia”.

 

"Por otro lado, mi padre siempre contaba que eran comunes las discusiones familiares, sobre todo entre mi abuela y mi abuelo —en el buen sentido de la palabra—, porque ella decía que gastaba mucho dinero por el club de sus amores".

 


En San Luis. Félix Vega, socio fundador, junto con el campeón mundial Pascualito Pérez.

 

Félix Vega tenía una frase célebre que lo marcaba tal como era: “Las palabras empeñadas valen más que toda clase de documentos firmados”. Es lo que aseguran quienes lo acompañaron en las distintas comisiones directivas de la institución belgraniana.

 

El club Cultural y Deportivo Belgrano nació el 2 de noviembre de 1942. Enseguida se ganó el corazón de muchos seguidores de esa gran barriada a instancias de don Félix, un empresario panadero muy conocido y respetado que amaba el deporte, especialmente el boxeo. Su primer cantinero fue don Isaías Ibáñez.

 

Don Félix, que había nacido en Valladolid, España, el 6 de noviembre de 1905, vivía en Chacabuco casi 9 de Julio. Fue su primer presidente y socio fundador, y uno de los más entusiastas vecinos de la flamante institución. Apostaba al crecimiento y al desarrollo del club pensando en los jóvenes.

 

Hoy, su presidente Pedro Aldo "Nino" Suárez dice que "en una primera instancia el club funcionó en calle Mitre casi Pringles, en una vieja casona que había sido prestada o alquilada, donde los socios y vecinos se juntaban en largas tertulias a jugar a las cartas y planificar un futuro mejor”. La historia se simplificó cuando don Félix compró la propiedad en la esquina actual que ocupa el club.

 

“Años después, según mi abuelo, comenzó la construcción de la sede social, para lo que levantaron altas paredes de grandes adobes que a la fecha todavía existen y que les permitió hacer una cancha de bochas, deporte muy común por esos años, organizar bailes, kermeses y veladas boxísticas”, recuerda Suárez.

 

El actual presidente dice que la comisión directiva está integrada en la secretaría por Martín Suárez, mientras que Alfredo Gil maneja la tesorería, hay tres vocales y dos revisores de cuentas. “Tuvimos que modificar el estatuto y la cantidad de miembros a instancias de Personas Jurídicas y adaptarnos a las nuevas leyes”, asegura y reconoce que otros presidentes fueron Cruz Aguilera, Rodríguez y Orlando "Diolo" Garro en varias oportunidades. Suárez calcula que hubo más de 25 comisiones directivas, "pero lamentablemente se extraviaron los libros de aquellos años por lo que no tenemos un registro oficial. Se perdió un buen pedazo de nuestra historia como club”.

 

“Yo estoy desde los 12 años en la institución y mi abuelo, Santos Tomás Palma, que fue muchos años el cantinero, me solía contar que los bailes eran muy populares y concurridos. Siempre venían orquestas típicas de afuera y tenían un lleno total. Tal vez muchas veces por la cercanía del centro; y otras por la calidad de las orquestas. Y lo mismo pasaba con el boxeo, las veladas eran con mucho público”.

 

En el nuevo edificio comenzó a practicarse básquet y boxeo, y al ser un espacio más reducido se hizo un escenario arriba del techo de las oficinas, que dan sobre calle Mitre, que es donde actuaban las orquestas.

 

En tanto que en medio de la cancha de básquet se construyó un sótano que servía de vestuario para los amantes del boxeo. Entre otros cruzaron guantes los hermanos Miranda (Carlos y Ernesto), Miguel Ángel "Comeclavos" Herrera, "El Chileno" Martínez y su hermano Isaac Isaías,  y "El Flaco" Martínez. Entre los entrenadores pasaron Reynaldo "El Chiche" Molina, Sibona, Elio Gacitúa y Juan Antonio Grillo, que eran los conductores de las prácticas de boxeo de la larga lista de púgiles. Los más destacados fueron José María Gatica y "Kid Cachetada".

 

También hicieron guantes y se entrenaron allí Juan Carlos Wanzo, Humberto Barbato y los hermanos Videla, (uno de ellos hizo una exhibición con Pascual Pérez). "Pascualito Pérez fue una de las figuras mundiales que visitó el club”, dice el presidente.

 

Según algunas historias, el sótano tenía su ingreso y egreso en la parte sur del club, a un costado del ring. Era una novedad y de mucha utilidad. Sin dudas aquellos viejos dirigentes aprovecharon hasta el más mínimo espacio.

 

"Hoy nuestra institución tiene más de 90 socios activos, contamos con una escuela de básquet infantil compuesta por más de 60 niños en todas sus categorías, básquet para mayores y una primera división que juega en el torneo de no federados (Maxi Calderón, Federico Bustos Narváez y "Tatín" Bragasin, entre otros) donde cumplimos un buen papel. Además hay vóley y kick-boxing, creo que nuestra actividad deportiva es intensa", enumera Suárez.

 

“Nosotros, como tantos clubes, pasamos por situaciones difíciles, pero supimos capear el temporal y seguimos adelante sobrellevando todo tipo de problemas; somos una especie de gran familia deportiva que los jueves se junta en el bufet de la parte alta y analizamos la situación de la institución”.

 

“Hace un par de años, el Gobierno de la Provincia de San Luis nos dio un subsidio que nos permitió hacer una grada y comprar un tablero electrónico de básquet”, señala con agradecimiento.

 

"A través del Programa Deportes pudimos hacer los desagües, reparar los techos con poliuretano y pintar el club con sus colores originales, blanco y azul. Nos falta el piso flotante, que hoy en día tiene un valor de más de 8 millones de pesos, por lo que es imposible adquirirlo, pero tenemos la esperanza de que algún día alcanzaremos ese objetivo, es un desafío a cumplir", manifiesta.

 

“Mi mandato vence en diciembre, estamos esperando los balances para llamar a elecciones, seguramente seremos muchos los que cambiaremos de roles, pero siempre somos los mismos. Lamentablemente cada vez hay menos interesados en ocupar cargos electivos en el club, algo que pasa en la mayoría de las instituciones”, cuenta Suárez, quien apunta al "grupo unido, somos como una gran familia, nunca dejamos de ayudarnos entre nosotros. Rescato de todos el aporte que hacemos los más veteranos del básquet, entre ellos Néstor Escudero, Francisco Garay, ‘Pancho’ Blasco, Antonio Longar, y más atrás en el tiempo Waldo Rodríguez. Estamos siempre, todos”, cierra el presidente.

 


Visita. El presidente del club Belgrano, "Nino" Suárez y su hijo. "Queremos seguir creciendo".

 

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