Por la pandemia, la donación de órganos disminuyó un 30%

Por la pandemia, la donación de órganos en la provincia disminuyó un 30 por ciento, principalmente debido al menor movimiento general que hubo durante el confinamiento en 2020. Así lo confirmaron en el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante San Luis (Cucai). Aseguran que la tendencia también se replica a nivel nacional. Además, afirmaron que el año pasado solo siete puntanos, por medio de la Ley Justina. expresaron su rechazo a ser donantes antes de morir. A estos se les suman otros 11 que lo hicieron en el 2019.

La coordinadora del Cucai San Luis, Eugenia García, comentó que durante el aislamiento preventivo y obligatorio cayó notablemente el número de pacientes neurocríticos, que son los que ingresan normalmente a un hospital ya sea por accidentes cerebrovasculares (ACV) o por traumatismos graves de cráneo, que mayormente se producen por choques de motocicletas. “Disminuyó un 30 por ciento. Son pacientes que tienen una lesión neurológica grave, pasan a terapia intensiva, fallecen y se convierten en donantes”, dijo García, quien resaltó que actualmente analizan por qué se produjo una baja de los ACV, ya que son los primeros generadores de donantes.

Las olas de contagios de COVID-19 en las distintas provincias dificultaron el trabajo de ablación. “Hubo un momento en donde San Luis no tenía casos y salió la posibilidad de un donante en otra jurisdicción, pero los centros de trasplante cerraron porque todo su personal se contagió. Por suerte desde marzo a diciembre la procuración de órganos y tejidos se sostuvo gracias al interior del país”, precisó.

También agregó que en 2019 hubo 55 pacientes trasplantados, todo un récord para la provincia y que mucho tuvo que ver la Ley Justina, mientras que el año pasado se mantuvo el mismo número por millón de habitantes que hubo en 2018. Remarcó que San Luis está situada dentro de la media nacional.

Durante 2020 se realizaron cinco trasplantes. La funcionaria destacó que inclusive uno fue de pulmón, uno de los órganos que pueden verse afectados por la COVID-19. Remarcó que a todos los donantes previamente se les realiza un estudio para descartar enfermedades como chagas, VIH, hepatitis y sífilis, entre otras, ya que después el órgano va a una persona a la que se la inmunodeprime para que no lo rechace.

Sobre cómo fue el traslado de los órganos bajo el aislamiento, manifestó que en ese entonces no operaban los aviones, como tampoco los micros, por lo que en algunas circunstancias lo hicieron en auto.

“Todo demoraba la operatividad. Por suerte el 85 por ciento de nuestros pacientes está en Córdoba o Mendoza y muy pocos en Buenos Aires, por lo que es más sencillo llegar”, dijo García, quien explicó que el corazón, pulmón, páncreas e intestino sí o sí debían llevarse por vía aérea, por lo que generaron un operativo con bomberos y Policía Aeroportuaria para trasladarlos, mientras que córneas y riñones tienen más margen de tiempo.

La manera de comunicarse con los familiares de los pacientes también se modificó durante la pandemia. “Antes se lo decíamos a toda la familia de forma presencial; ahora se habla con un solo integrante”, dijo la funcionaria. Además, detalló que algunos estaban agradecidos, ya que en ese entonces no estaban permitidos los velatorios, por lo que la donación los ayudó en el proceso de despedida.

Una legislación que brinda esperanza en todo el país

La Ley Justina o Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células fue promulgada en julio de 2018  y establece, entre otros puntos, que todos los argentinos mayores de 18 años son donantes a menos que expresen lo contrario en vida. En el caso de los menores esto se hace con la autorización de ambos padres  o con uno de ellos presentes.

La expresión de la voluntad se puede hacer vía online. Si uno ingresa a argentina.gob.ar/donar-organos aparece la opción "Expresa tu voluntad de manera digital" y de allí se dirige al sitio web del trámite: la plataforma "Mi Argentina", que permite el seguimiento de trámites e interacciones con el Estado argentino. Una vez ahí, el interesado debe clickear en la opción "Salud" y buscar el formulario de voluntad.

El trámite también puede ser presencial, dirigiéndose con el DNI a la sede central del Incucai, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o en las filiales de cada provincia.

Justina Lo Cane tenía doce    años cuando falleció por una cardiopatía después de estar cuatro meses a la espera de un trasplante de corazón que le permitiera reemplazar el suyo que estaba enfermo. Su lucha y la de su familia impulsaron la normativa.