Creció en el centro la venta de artículos de limpieza sueltos

Las publicidades de las primeras marcas de productos de limpieza del país tuvieron un giro en los últimos años: cada vez son más las firmas que promueven el pack ahorro, familiar o recargable. Para los comerciantes puntanos que se dedican a la venta de estos productos, se debe al avance de los “todo suelto”. En San Luis, en el radio comprendido por las avenidas Juan Gilberto Funes y Lafinur y las calles Pringles y San Martín, hay al menos 11 locales pero aseguran que la cifra se multiplica, ya que cada uno de estos emprendimientos abastece a decenas de negocios en los barrios. Afirman que con la compra de artículos a granel, el ahorro puede superar el 40%.

“Sucede que no tenemos vaivenes como otros rubros, es más, se trata de un sector esencial, entonces mucha gente busca ingresos con algo que es permanente. Esto se potenció con la pandemia y se nota mucho en los barrios. Allí la gente no elige venir al centro para comprar, si en la esquina de su casa ofrecen artículos de buen precio y calidad, lo compran ahí”, sostuvo Gonzalo Farías, encargado de una química ubicada en Juan Gilberto Funes.

Dijo que en algunos productos no se puede obtener una ganancia amplia, pero hay otros que según la preparación que tengan, dejan porcentajes convenientes. Señaló que los puntanos consumen en mayor medida jabón líquido, alcohol, suavizante, lavandina, detergente y desodorante para pisos.

Para graficar, el promedio de precios en los diferentes negocios arroja que el litro de diferentes productos parte de los 40 pesos y puede alcanzar los 80, según la calidad y composición. El litro de lavandina se consigue a entre 30 y 45 pesos en las químicas, mientras que en supermercados y despensas ronda los 70. En cantidad, 5 litros de jabón líquido están entre 200 y 300 pesos, cuando en otros negocios se adquieren a entre 500 y 600 pesos.

Si se buscan cantidades pequeñas, los venden envasados en botellas descartables. Para proporciones más grandes se recargan bidones; si el cliente no tiene envase puede adquirirlo a entre 30 y 70 pesos, según el negocio. Otros artículos se compran directo en las fábricas y vienen en los envases conocidos.

Paulina Fajaro y Maximiliano González tienen locales en los alrededores de las calles San Martín y 9 de Julio. Ambos coinciden en el boom de la comercialización y remarcan que, más allá del ahorro que implica para las familias, significó una salida a la pérdida de trabajo para muchas personas, también el inicio en el emprendedurismo.

Yesica Funes, quien trabaja en un local céntrico, agregó que las redes sociales reflejaron esta tendencia en la etapa más restrictiva de la pandemia, cuando muchos ofrecían sus ofertas por combos y con envío a domicilio.

“Al principio del aislamiento la gente se agolpó, no se conseguía alcohol en gel, tampoco desodorantes de ambiente desinfectantes”, resaltó Fajaro. “Ahora viene mucha gente en vehículos de alta gama y compra productos en grandes cantidades, pero no es para la venta, es para su propio consumo; los productos sueltos son utilizados por todas las clases sociales, antes algunos sectores tenían cierta desconfianza”, añadió González.

Señalan que la pandemia modificó los parámetros de venta. Antes, en verano se comercializaban en gran escala productos de limpieza para piletas, con lo que implicaba un ahorro de cara al cambio de temporada. En abril, las compras mermaban notablemente. Sin embargo en 2020, en el invierno no hubo bajas, los clientes incrementaron el consumo de sanitizantes.

“La gente tiene que animarse, quitarse la desconfianza y hacer un equilibro económico; es rentable”, opinó Farías.