Reunión con Diaser para evaluar otro proyecto de ley de biocombustibles

El vencimiento, el 12 de mayo, de la ley de fomento a los biocombustibles puso en alerta al sector, que ya viene soportando pérdidas por el bajo precio fijado por el Gobierno, a lo que ahora debe agregar que el proyecto que quiere imponer el oficialismo en el Congreso suma más problemas para quienes hacen del maíz su insumo básico para fabricar bioetanol, dado que prioriza la caña de azúcar.

Es el caso de la empresa puntana Diaser, que además quedaría fuera del encuadre de pyme que contempla la nueva ley. Por eso, sus principales directivos, Federico y Sergio Szuchet, mantuvieron un encuentro con el jefe del Programa Industria, Paulino Gómez Miranda, y los diputados Marcos Cleri (Santa Fe), Omar Félix (Mendoza) y Carlos Ponce (San Luis), en el que hicieron un análisis de un proyecto alternativo al oficial.

Ponce es la baza más importante que tiene Diaser en el Congreso y fue quien acercó al diálogo a Cleri y Félix, diputados del Frente de Todos, quienes están involucrados en la confección de una nueva ley. "Era importante explicarles los problemas que tiene el proyecto oficial y que vean la importancia para las economías regionales que tienen las empresas de biocombustibles. Hace 10 años hicimos una gran inversión y sería un desastre tener que cerrar", le contó Federico Szuchet a El Diario de la República.

Diaser compra cerca del 15% del total del maíz que se produce en San Luis para hacer bioetanol.

 

Diaser compra cerca del 15% del maíz que se produce en San Luis, pero su incidencia va mucho más allá: "Movemos 60 camiones diarios y les damos trabajo genuino a 150 empleados. Lo mismo pasa en Córdoba, La Pampa y Santa Fe. Antes el maíz tenía pocos mercados, una empresa local o el puerto, con costos altos de flete. Y con la soja pasa lo mismo, en la planta de biodiesel de Villa Mercedes usamos 4.000 toneladas de aceite por mes", resumió el directivo.

Otra preocupación es el trato especial que le daría el proyecto oficialista a la caña de azúcar sobre el maíz, dado que le fija un corte obligatorio, algo que no hace con el cereal. "Entendemos que es una industria intensiva, que ocupa mucha mano de obra en Tucumán, pero nosotros también jugamos un papel clave en la economía de las provincias del centro del país", argumentó.

Lo que pretenden tanto los legisladores como los empresarios es una ley con una vigencia de diez años, para que coincida con los regímenes de Brasil y de la Comunidad Europea, principales destinos de exportación de los biocombustibles.