El obispo reiteró a la comunidad católica el pedido de acatar las restricciones

El viernes, poco después de conocerse las nuevas restricciones impuestas por el Comité de Crisis puntano ante el avance de la segunda ola de coronavirus, el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Barba, hizo circular un video en el que expresó que las parroquias permanecerán cerradas y que las misas se celebrarán sin fieles. No obstante, en ese mensaje adelantó que pediría una reunión con el Comité para “que se reconozca al culto como una actividad esencial”. Este lunes, el líder de la diócesis puntana emitió un nuevo comunicado ratificando la no presencialidad en los templos y pidiéndole a la comunidad católica extremar los cuidados sanitarios las próximas dos semanas.

“Acabo de llegar de una reunión con el Comité de Crisis. Nos hemos reunido en un muy buen diálogo, muchos pastores y representantes de la iglesia judía. Hemos escuchado con atención lo que nos planteó la doctora (María José) Zanglá, diciendo que los casos de contagio siguen en aumento, que la situación es grave y que la ocupación de camas también es grave porque sigue aumentando”, detalló.

“Nos piden dos semanas de máximo cuidado, dos semanas de las cuales ya estamos transitando la primera”, siguió, y dijo que la finalidad “es evitar la tendencia de aumento y entrar a Fase 1”.

Por ello pidió “especial colaboración, participación y conciencia de todas las comunidades. Que nos cuidemos entre todos y que sin duda también podamos desde nuestro lugar de Iglesia sumar nuestro granito para que podamos preservar la vida de todos, y que en San Luis no se pierda ninguna vida por no haber sido prudentes”.