Solalinde había sido denunciado por amenazas en un hecho vial
Fue porque habría amedrentado con un cargador, desde un vehículo, al conductor de un auto.
Mucho antes de que Juan Carlos Solalinde asesinara de cuatro balazos a Johana Galdeano, su expareja y madre de uno de sus hijos, el femicida y secretario general de la Uocra de Villa Mercedes ya había dado señales de que no le temblaba la mano para blandir un arma de fuego ante el mínimo cruce de palabra que tuviera con otra persona. Al menos eso sucedió hace poco más de tres años, cuando un automovilista lo denunció por las amenazas que recibió cuando viajaba por una autopista. El conductor le advirtió, con bocinazos y señas de luces, que había hecho una mala maniobra con el coche y Solalinde se hizo ver con el cargador de un arma de fuego en la mano desde el vehículo en el que iba.
Hace unos dos meses, Johana visitó a su abogada Leticia Latini. Le contó lo que el hombre de 45 años le hacía. Le dijo que la perseguía, la amenazaba y hasta que le había puesto un arma de fuego en la cabeza. Ya padecía esa violencia cuando estaba en pareja con el gremialista y fue aún peor cuando se separó de él, este año.
Latini le pidió a Johana que lo denunciara. Ella le respondió que lo iba a pensar y finalmente no lo hizo. En efecto, según una fuente judicial, hasta el momento, a la jueza instructora Mirta Ucelay, quien investiga el femicidio, no le han informado de la existencia de antecedentes penales de Solalinde, y tampoco de denuncias por violencia de género en su contra.
No obstante, en el Juzgado Contravencional y Correccional 1 de Villa Mercedes, a cargo del juez Santiago Ortiz, tramita una causa por "Amenazas" en contra del gremialista.
El hombre fue denunciado el 22 de marzo de 2018 por Carlos Bernardini. El empresario sanjuanino expuso en la Comisaría 11ª que viajaba por la Autopista de las Serranías Puntanas. Había partido en su camioneta, Toyota SW4, desde la capital de San Juan con destino a Buenos Aires.
El femicidio de Johana
A las 7:45, poco antes de llegar a Villa Mercedes, vio un Volkswagen Vento blanco cuyo conductor le impedía el paso. Le hizo señales con las luces y bocinazos y así consiguió sobrepasarlo. Fue allí cuando la conductora del Vento, que era Johana, habría hecho una mala maniobra con el coche.
Según la denuncia a la que tuvo acceso este medio, Solalinde, quien iba de acompañante en ese otro rodado, bajó el vidrio de la ventana y comenzó a "exhibir el cargador de un arma de fuego, haciendo señas con el dedo y gesticulaciones amenazantes", dando a entender que estaba armado.
Bernardini llamó a la Policía y después, los efectivos de la Comisaría 11ª interceptaron el Vento en avenida 25 de Mayo y colectora sur. Requisaron el vehículo y hallaron el cargador de un arma de fuego calibre 40, con diez proyectiles. También le hicieron la prueba de alcoholemia a Solalinde y el test resultó negativo.
Las averiguaciones continuaron en la Justicia. El juez tomó declaraciones a los policías y al denunciante, pero la causa no avanzó, por falta de pruebas. El magistrado citó a quien acompañaba a Bernardini en su camioneta, pero ese testigo no se presentó y la producción de elementos probatorios ya no pudo seguir. Finalmente, la causa fue reservada, el paso previo a ser archivada.
Hace dos años, fue el femicida quien denunció a otro hombre. Fue por una lesión en el cuero cabelludo que habría sufrido él, en otro conflicto que tuvo. Esa causa, que tramita en el Juzgado Contravencional y Correccional 1, también "se reservó por falta de pruebas", confirmó Ortiz.
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