Sin importar el lugar, el baile se expresa igual en época de pandemia
Los bailarines de Punto Mov se reinventaron y salieron a la virtualidad con videos filmados en el centro comercial.
Reinventarse fue la primera opción que pensó Vanesa Herbas Espinoza cuando sus planes fueron modificados de repente. No solo una pandemia atravesó su trabajo como directora de la academia de danzas urbanas Street Flow, que estuvo durante tres años en San Luis como franquicia de la sede principal que estaba en Buenos Aires, sino también el quiebre de la misma que la dejó sin trabajo y con las manos vacías luego de días de esfuerzo y talento desplegado.
Pero sacó fuerzas desde lo más profundo de sus entrañas y decidió darle un giro y no dejar que los inconvenientes la tiraran abajo. A los pocos meses de saber que Street Flow se convertía en un recuerdo y un pasaje de su vida muy bonito, creó Punto Mov, una academia con similitudes a su antiguo trabajo pero con perspectiva propia y una vuelta de tuerca más amplia y provechosa para sus bailarines.
Punto Mov no solo se dedica a dictar clases de baile a chicos y chicas de todas las edades, sino también alimenta su curiosidad con proyectos audiovisuales que sirven para su futuro artístico.
Uno de ellos es La Mov, un ciclo de videos que comenzaron a subir tanto en las redes sociales como en el canal de YouTube de la academia en el que distintos grupos muestran su talento en diferentes espacios de la ciudad. La primera entrega de este ciclo fue subida a finales de 2020 para presentar el nuevo nombre de la academia. El segundo cuenta con siete audiovisuales grabados en las instalaciones de San Luis Shopping Center, de los que ya dos están subidos a las redes.
"Pasamos una jornada extensa en la que la mayoría de los grupos que pertenecen a Punto Mov pudo expresarse artísticamente. Agradecemos al personal del shopping que nos ayudó a que la jornada sea fructífera, ya que pudimos utilizar sin problemas todas las instalaciones", contó la directora.
Actualmente la academia cuenta con 135 alumnos divididos en más de 30 clases. La mayoría pudo participar de este ciclo y la directora expresó que "se llevaron una experiencia fabulosa y superproductiva".
Además, esta serie audiovisual es una forma de que los alumnos y las alumnas no se queden quietos y quietas a la espera de que las restricciones aprueben la apertura de los gimnasios y las academias para que los bailarines vuelvan a su querido lugar de entrenamiento. "Muy pronto regresaremos con las clases presenciales, seguramente al aire libre, para cumplir con todos los protocolos", adelantó Espinoza.
Vanesa expresó que este tipo de trabajos "es otra forma de reinventarnos y seguir firmes defendiendo la danza que tantas satisfacciones nos da".
El capítulo uno de La Mov tuvo como protagonista al dancehall, una danza urbana que tiene como referencias a los bailes africano y caribeño. Para este video, los chicos bailaron en la antesala de Cinemacenter. El segundo capítulo fue grabado en la playa de estacionamiento, con el reggaetón como protagonista. El próximo, que está a punto de estrenarse dentro de pocos días, será de k-pop.
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