Un tatuador busca ayudar a mujeres con cáncer de mama

Con el objetivo de ayudar a mujeres que han sufrido cáncer de mama y quieren tapar su cicatriz, Alejandro Palma, de 38 años, realizará de manera gratuita tatuajes que simulan la areola mamaria y el pezón. Señaló que para coordinar un turno hay que llamar a su número de teléfono o contactarse a través de las redes sociales.

Aseguró que hace más de una semana, y a través de sus redes, dio a conocer la iniciativa solidaria, la que tuvo mucha aceptación por parte de sus seguidores. La publicación fue varias veces compartida. Afirmó que muchas mujeres ya se comunicaron con él para tatuarse. “Hace varios años vi que en Buenos Aires implementaron esta idea, y de alguna u otra manera quiero aportar mi granito de arena para que se sientan bien”, manifestó Alejandro, quien precisó que la mayoría de las personas que lo contactaron tienen entre 40 y 50 años.

Con entusiasmo, señaló que es la primera vez que realizará este tipo de trabajo. “Se utiliza casi el mismo material que para un dibujo común, pero las tintas son especiales dado que deben simular el color de la areola”, dijo el artista. Asimismo, remarcó que hacer este tipo de tatuajes de manera particular puede llegar a salir alrededor de 4 mil pesos. “Muchas veces la gente no cuenta con ese dinero o tiene que viajar a otra provincia para hacérselo, por eso yo lo hago de manera gratuita”, detalló y precisó que deberá acomodar los horarios con el resto de los clientes, ya que es el único ingreso que tiene.

Sobre los cuidados necesarios después de realizado un trabajo, detalló que son los mismos que se implementan en un tatuaje común, como colocarse dos veces al día una crema con vitamina A, no rascarse, ni sacarse la costra y evitar el roce, entre otros.

La pasión por los tatuajes la tiene prácticamente desde que nació, pero fue a los 14 años que tuvo su primera máquina casera, la cual la fabricó él con sus propias manos. “Yo me hice mi primer tatuaje. Después practiqué con mi hermano, primos y amigos. Por suerte siempre mi familia apoyó mi proyecto. Estoy contento por eso”, dijo.

Desde ese momento nunca dejó de dibujar, pero fue hace cuatro años que logró abrir su propio local y dedicarse por completo a lo que verdaderamente le apasiona. “Antes de hacerlo, pasé por muchos laburos. Más de seis años fui mecánico en un taller de autos, estuve en una fábrica, entre otros más”, recordó Alejandro, quien remarcó que fue un despido lo que lo llevó a tomar la decisión de cambiar su vida.

“Quería dedicarme exclusivamente a lo que hago hoy, manejar mis horarios y estar un poco más en mi casa y disfrutar de mis hijos Dana, de 7 años, y Thiago, que tiene 10, ya que el local lo tengo en mi domicilio”, precisó el artista.

Sin edades

Alejandro precisó que cada vez son más los adultos que se animan a hacerse un dibujo. “Antes había mucho prejuicio, ahora eso cambió. Incluso hasta en las entrevistas laborales te miraban mal si tenían un tatuaje", comentó.

Dijo que la mayoría de las que asisten a su local son mujeres que tienen entre 50 y 70 años. "Se ponen los nombres de sus nietos o el de sus hijos”, concluyó.