Investigan a un grupo de militares por acoso

Hace tan solo tres meses, Sofía María Vier era noticia nacional. La joven de 27 años había logrado algo que nadie consiguió antes. Sentó un precedente: ser la primera pilota de caza de la Fuerza Aérea Argentina. De hecho, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, asistió a su ceremonia de egreso en Mendoza. Detrás de las sonrisas de la joven en las decenas de fotos que se difundieron sobre ese día, nunca nadie tal vez imaginó lo que Sofía vivía desde que llegó a la V Brigada Aérea: un constante acoso de parte de varios militares, por ser mujer. Al menos así lo expuso en una comisaría de Villa Mercedes y lo denunció en el Departamento de Género del Ministerio de Defensa de la Nación.

Lo confirmó Leticia Latini, la abogada de Sofía. Desde hace un par de días, la pilota se encuentra en Buenos Aires, adonde viajó con su familia para formalizar su denuncia ante el ministerio en cuestión. La causa ya está en manos del personal jerárquico del Edificio Cóndor, sede la Fuerza Aérea Argentina, y del Departamento de Género.

Según lo que informó Latini a través de FM Latina, si bien Sofía en un primer momento realizó una exposición en la Comisaría 10ª el pasado lunes, por lo que la causa estuvo unos días en manos del Juzgado Contravencional y Correccional 1, ahora la investigación está a cargo del Ministerio de Defensa.

Las averiguaciones se llevan adelante como parte de un trámite administrativo, a través de un procedimiento que tiene la Fuerza cada vez que tiene que realizar una investigación interna. "Ya les tomaron declaración a todos y esto es un asunto que resolverán ahí adentro (en la Fuerza Aérea); ya no es competencia de la Justicia ordinaria, es de la Justicia Federal", aclaró la letrada.

De la escueta exposición que Sofía asentó en la comisaría trascendieron algunos detalles. La pilota contó que desde diciembre de 2020 tuvo que atravesar constantes "situaciones de discriminación por ser mujer", como humillaciones y destrato. No la saludaban y a veces ni siquiera le hablaban. La insultaban, la trataban de inútil y hasta "recibía mensajes despectivos relacionados con su imagen". Esto le produjo estrés, una baja autoestima, daño emocional y problemas de salud.

Dijo que nunca intentaron integrarla al grupo de trabajo, al punto que una vez escuchó una conversación en la que conspiraban para eliminarla de su escuadrón a través de "la desaprobación de vuelos, sanciones disciplinarias y calificaciones desfavorables". "Nunca hubo espíritu de transmisión de enseñanza, sino una constante búsqueda del error", de equivocaciones de la pilota, refirió en la exposición.