Santiago Rodríguez está en "La Gloria": llegó a Instituto
El jugador nacido en Arizona arribó a préstamo por una temporada. Viene de Almagro.
Santiago Rodríguez, el pibe que salió de los Intercolegiales y tuvo un paso exitoso por Estudiantes de San Luis, firmó ayer por una temporada para Instituto de Córdoba. El delantero de 24 años nacido en Arizona llega proveniente de Almagro y seguirá jugando en la Primera Nacional. Ayer estampó la firma y entrenó junto a sus nuevos compañeros.
Parece que fue ayer cuando Santi llegó a San Luis con el bolsito lleno de ilusiones. Venía de su Arizona natal para probar suerte en Estudiantes. La cara de nene lo delataba, pero cuando se puso los cortos y los botines, deslumbró a todos con su velocidad y su capacidad para cambiar de ritmo. Esas mismas características fueron las que lo llevaron a Almagro, donde dejó su impronta, hasta que lo miraron de Instituto y el destino lo llevó a Córdoba.
Llega a un equipo con mucha historia. Un grande del interior que quiere volver a Primera, para eso se está armando con Lucas Bovaglio de DT, y entre las incorporaciones el entrenador pidió los servicios del puntano, quien a base de velocidad y goles sedujo al cuerpo técnico y a la dirigencia de "La Gloria".
Santiago tiene un enorme potencial. Es un jugador que se adapta a varios puestos. Se puede desempeñar como delantero por afuera, como mediapunta, también se siente cómodo de volante externo. Es muy versátil. Su velocidad y su habilidad son los caballitos de batalla para romper líneas y abrir defensas. Esas cualidades le vieron en Córdoba, Bovaglio no dudó y se lo llevó para Instituto. Santiago puede ser la llave para abrir defensas. En este fútbol moderno donde varios equipos esperan con dos líneas de cuatro, un jugador rápido puede ser la solución.
"Llego a un equipo con aspiraciones. Después de hacer las cosas bien en Almagro se me abre otra puerta y voy a aprovecharla al máximo", comenzó diciendo Santiago, quien quiere dejar su sello en Córdoba.
A pesar de su corta edad tiene un largo recorrido. Sus comienzos fueron en Arizona. Después jugó varias temporadas en La Pampa, hasta que salió la oportunidad de llegar a Estudiantes, donde jugó el Federal A y la Primera Nacional. Es un pibe que sabe escuchar y que saca lo mejor de cada entrenador. Cuando llegó a San Luis jugaba de delantero, pero con el correr de los partidos y de los entrenamientos, aprendió que saber desempeñarse en más de una posición le iba a dar más chances de ser titular, y de a poco, sin desesperarse, se ganó su lugar. Lo mismo hizo en Almagro. El trabajo idóneo de la semana y el compromiso lo están llevando por buen camino y estos años en la Primera Nacional lo hicieron crecer mucho. A la velocidad y explosión de aquel pibe, hoy le suma pausa, pegada y cambio de ritmo. Es un jugador más completo, con mucho por aprender, pero con más cualidades.
"Soy delantero, pero por mis características me puedo desenvolver en otras posiciones. Jugué de mediapunta, de volante externo, de nueve falso y en todas me sentí cómodo", asegura.
El presente le da una nueva oportunidad. Hasta el momento supo aprovechar las chances que tuvo. Sabe que el entrenamiento y el trabajo no se negocian, esos lo llevaron a ser un futbolista profesional y a esos se abraza para seguir avanzando.
Instituto puede ser el trampolín para dar otro gran salto de calidad. Es un equipo grande que siempre tiene la obligación de ganar. Si hace bien los deberes como los hizo en Estudiantes y en Almagro, "La Gloria" puede ser la vidriera para llegar a Primera.
Santiago Rodríguez, el pibe que no veía la hora de que tocara el timbre del recreo para salir a jugar a la pelota, hoy es un futbolista consolidado. Siempre soñó con esto. El presente lo tiene en Instituto, pero no quiere dejar de soñar.
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