Presidenciable que quiere ganar San Luis, pero toca de oído
La ignorancia de Rodríguez Larreta
La entrevista a Horacio Rodríguez Larreta publicada por el portal local afín De Política resultó esclarecedora por su escaso nivel de conocimientos sobre San Luis. El jefe de Gobierno porteño, que tiene aspiraciones presidenciales y pone esfuerzos (y recursos) para tejer redes de aliados en distintos puntos del país, intentó mostrarse como un dirigente empapado e interesado por la realidad de la provincia. Sin embargo, sus respuestas superficiales, y hasta contraproducentes desde el punto de vista de la comunicación política, evidencian que toca de odio.
Asegura que “San Luis es una provincia que tiene un enorme potencial, tiene lugares turísticos divinos que se deberían estar explotando mucho más”. En lo que se vislumbra como un error derivado de un desconocimiento general de la coyuntura local, Rodríguez Larreta critica precisamente un ámbito que se encuentra entre los más dinámicos de la economía puntana, y que ha tenido en los últimos años una formidable expansión.
Dato mata relato. Según estadísticas nacionales, la temporada 2022 es récord para San Luis en cuanto a generación de ingresos, con casi 15 mil millones de pesos inyectados a la provincia. El crecimiento interanual es superior al 11 por ciento, y la proyección de expansión para 2023 es del 12%. La ocupación este año promedió el 87 por ciento, y San Luis pasó del puesto 13 al 11 en el número de visitantes recibidos. Son cifras, pero que se perciben en la realidad.
Rodríguez Larreta expresa además que la provincia “está como parada en el tiempo” y “que no ha evolucionado, no se ha modernizado”. Es un pasaje de la entrevista en el que no solo incurre en la utilización de un lenguaje impreciso, sino que vuelve a poner de manifiesto su ignorancia de la realidad local.
El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, como cualquier persona, está en todo su derecho de criticar a la provincia, pero lo que no se puede negar es que si hay algo que San Luis ha hecho es cambiar, y mucho. Ha intentado abrazar la modernidad; y las autopistas, aeropuertos, ciudades nuevas y el avance en materia de conectividad dan prueba de ello. Podrán gustar estas modificaciones o no, pero seguramente no está parada en el tiempo.


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