Tendencia demasiado obvia

Es una tendencia persistente que responde a una clara intencionalidad política y que llega a su paroxismo cuando alguna figura del gobierno nacional, o el mismo Presidente, como ocurrió esta semana, arriba a la provincia. La nutrida constelación de medios que responden a Claudio Poggi se obnubila y trata de endilgarles a todas las notas sobre el Estado puntano el rótulo de que es “K”.

Así cualquier gesto, acción o frase que realiza el Gobernador o algún dirigente que mínimamente se vincula con el Estado central es tildada sin rodeos de kirchnerista. Pero lo más curioso es que este afán por intentar rotular a todo como “K” se da incluso en acontecimientos, o situaciones,  en las que la administración de Alberto Fernández parece no tener la más mínima injerencia.

Eso ocurrió por ejemplo con la cobertura que algunos medios poggistas realizaron de la última sesión de la Cámara de Senadores de San Luis, en la que se trató la ley que regirá los impuestos provinciales para 2023. Cuesta encontrar qué tiene que ver puntualmente el kirchnerismo con esto, pero algunos portales, quizá porque lo tienen sistematizado, no dudaron en decir que había una mano "K" detrás.

Lo que se omite, claro está, es que esta inteligente relación institucional que la Provincia ha logrado entablar con el Estado central, curiosamente un persistente reclamo de la oposición hace no mucho tiempo, redunda en enormes beneficios para los puntanos.

Las autopistas, los acueductos, las conexiones aéreas y las viviendas quedarán más allá de intereses políticos coyunturales de ciertos dirigentes y de esta tendencia que raya en lo grotesco de intentar deslegitimar al Ejecutivo puntano por esta vinculación.