Cuestión de fe en Qatar: de la mezquita a una iglesia católica

El almuédano llama a la oración al caer el sol en Qatar. Sucede al filo de las 17; vamos camino a Al Thumama Stadium, para ver Francia y Polonia por octavos de final.

La llamada de una especie de locutor de la fe a la oración resuena a lo largo y ancho de una caminata de más de 1,5 kilómetro, desde la parada del micro hasta el imponente estadio con forma de tocado árabe, conocido como gahfiy.

Los musulmanes rezan cinco veces al día, a horas determinadas. Los fieles se dirigen a Alá con la oración. Una sola oración, la del mediodía del viernes, se hace en común y en la mezquita.

Recitan suras del Corán y siempre se repite la invocación “Allahu akbar”: Alá es grande.

Vemos que los hinchas cambian la dirección y enfilan a la mezquita, que está justo en la esquina que deja atrás una larga avenida y nos permite ver el escenario del fútbol.

Caminan apresurados. Para el partido restan 65 minutos, pero para la caída del sol solo 5’.

Es el rezo del Asr, la oración de media tarde, que finaliza antes del atardecer.

Todos los musulmanes lanzan sus súplicas y adoran a Alá al mismo tiempo durante estos cinco momentos, y también lo hacen postrados en la misma dirección: hacia donde está La Meca (ciudad sagrada de los musulmanes donde Mahoma empezó a divulgar la religión de Alá), lo que se conoce como “rezar hacia la Qibla”.

Sigo la tradición, me saco zapatillas y las medias, y paso a la ablución (lavado): una purificación de algunas partes del cuerpo, sobre todo pies, manos y cara, antes de los actos religiosos. El agua es un símbolo de purificación en muchas religiones.

La oración o salat es el segundo pilar del Islam. Pedimos hacer fotos. Alguien con ropa de seguridad ingresa a consultar. Sale y nos informa que recién podremos hacerlo en cinco minutos. Cuando termine la oración. Que sería como hacer fotos con la cancha vacía, después del pitazo final del árbitro.

Este espacio es exclusivo para los creyentes del Islam, está prohibido el ingreso a otras personas y también tomar fotos o videos en su interior.

En Qatar predomina el Islam. Más del 77% lo predica, y el 98% son musulmanes suníes. El resto de la población son musulmanes suniitas o chiítas, cristianos, hindúes, budistas y bahá'ís.

A las 17:05 ya están todos en el exterior de la mezquita. Se calzan y siguen rumbo al estadio.

El Islam se caracteriza por respetar cinco pilares fundamentales: la profesión de fe, la oración ritual cinco veces al día y el viernes en la mezquita, el ayuno durante el mes del Ramadán, la peregrinación a La Meca por lo menos una vez en la vida y la limosna.

La Copa del Mundo cambia el sonido de las tardes cuando llega el “prayer time”: momento de rezar. En ese momento, la música baja para que los creyentes vayan a las mezquitas. En las salas de prensa hay espacios exclusivos para la oración.

Las mujeres solamente pueden ingresar a la mezquita con niqab, hijab o burka: el niqab solo deja al descubierto los ojos; la hijab es una bufanda corta que cubre el pelo y deja descubierta la cara; la burka cubre el cuerpo y tiene una malla para permitir la visión.

Cuando salgo de la mezquita, pienso en una iglesia católica.

¿Habrá una en Qatar?

El viernes juega Argentina ante Países Bajos y también vale encomendarse a la divina providencia.

Y la encontramos. Está la iglesia Nuestra Señora del Rosario, la única iglesia católica activa en Doha, a cargo del obispo Paul Hinder, administrador apostólico del Vicariato de Arabia del Norte, con sede en el reino de Bahrein.

La iglesia tiene capacidad para más de dos mil fieles y es el templo católico más grande de los países del Golfo Pérsico. Está ubicada en el Complejo Religioso Barwa, frente al Centro Comercial Me-saimeer. Durante el Mundial hay misas los domingos (en inglés) a las 5:30, 17 y 19, y los sábados a las 17 y 19.

Es la primera iglesia cristiana en 13 siglos. Desde El Diario pedimos la posibilidad de asistir a una misa este viernes a la mañana. Antes de que juegue el “Messias” futbolero.

Nuestra Señora del Rosario es una iglesia de culto católico en Qatar y la primera iglesia cristiana en este país desde la conquista musulmana del siglo VII. No es sencillo ubicarla a simple vista. Por las leyes islámicas, la iglesia católica no puede mostrar en su exterior símbolos cristianos como cruces, campanas o campanarios.

La iglesia es parte del vicariato apostólico de Arabia del Norte y asisten unos 200 mil católicos en Qatar, la mayoría trabajadores migrantes de Filipinas, India, América del Sur, África, Líbano y Europa.

Nuestro rival futbolístico en cuartos de final, Países Bajos, es un país tradicionalmente calvinista. Las últimas estadísticas marcan que hay un 20% de católicos, 15% de protestantes, 5% de musulmanes y 6% de otros cultos religiosos. En la ex Holanda predominan quienes no practican ninguna religión: 54%.

Con el respeto a todas las creencias religiosas… si usted es de los que elige creer, en San Luis empiece a prender velas y haga su peregrinación al Cristo de la Quebrada, al Cristo de Renca, a la Virgen de la Cobrera o hacia donde vaya su devoción.

“Es fútbol, y es un juego”, como ya le dijo el DT Lionel Scaloni a El Diario de la República en el día 1 de este Mundial. Pero... meta un rezo que no viene de más. Amén.