La cebada argentina se prepara para el mejor año de su historia

La sostenida demanda externa y la sólida actividad industrial vuelven a potenciar a la cebada en la Argentina. La molienda en el primer bimestre de la campaña ya alcanza un volumen récord, mientras que el valor exportado estaría un 37% por encima del año anterior.

La cebada es el quinto cultivo más producido a nivel mundial (147 Mt en 2021/22), y es también el quinto grano más comercializado (34 Mt). El país tiene una participación relativamente baja del 3%, aunque su importancia crece en términos de las exportaciones mundiales, aportando el 10% del total.

En la campaña 2020/21 había logrado su segunda mejor cosecha, solo detrás de la 2013/14. El salto productivo del 18% estuvo acompañado de una fuerte demanda, fundamentalmente del consumo interno. Sin embargo, la oferta fue superior, con lo cual la actual campaña 2021/22 tuvo un stock inicial de 1,2 Mt.

El invierno pasado los productores argentinos renovaron su apuesta por la cebada y cubrieron 1,3 millones de hectáreas con el cereal, un 5% más que el año anterior. Son tres los fundamentos  que han impulsado al cereal. Primero los precios internacionales, con cotizaciones que a la siembra se ubicaban un 30% por encima que su valor promedio. En segundo lugar, hubo un crecimiento en la demanda doméstica para la producción de malta. Y tercero, juegan también su rol los beneficios que trae a la estructura de los suelos, que se traduce en mejores rindes. Según datos del INTA, la soja sembrada luego de la cebada rinde en promedio 3 quintales más que sobre trigo y posee mejor resistencia a eventuales problemas de hongos.

Los rindes de la cebada este año están levemente por debajo de la anterior campaña por los problemas productivos que tuvo la región sur, pero se compensan con el crecimiento del área sembrada, que permitirá obtener una producción de 4,5 Mt.

China es el principal comprador de cebada forrajera y su conflicto con Australia puede incentivar aún más a la Argentina.

 

El 25% de la producción se espera que sea absorbido por el mercado maltero interno (1,2 Mt), otro 5% irá a la producción de balanceados y semillas (0,3 Mt), mientras que el 70% restante se exportará como grano forrajero, cervecero o como malta (3,2 Mt).

El creciente consumo de cerveza y las elevadas exportaciones de malta llevaron a un récord de procesamiento. Entre diciembre y enero se molieron más de 183.000 toneladas, lo que sostiene las perspectivas optimistas. El año comercial actual aspira a romper otra marca de procesamiento industrial, superando las 1,15 Mt, de acuerdo con estimaciones de la BCR.

En materia de exportaciones, la Argentina pasó de apenas 300.000 toneladas a principios del milenio a más de 4 Mt diez años después. Ahora la cifra se acerca a los U$S 1.150 millones, con un crecimiento de casi el 37% respecto a la campaña anterior.

La cebada cervecera y la forrajera verían crecer sus exportaciones 28,7% y  42,1% respectivamente, mientras la malta tendría una leve merma del 2,8%. Los destinos dependen del producto. La cebada forrajera se exporta masivamente hacia China para alimentar al ganado. Por su parte, la malta va a  Chile y Brasil. Finalmente, la cebada cervecera se comercia a Brasil, China y Colombia, entre otros. China jugó un rol determinante, es el mayor importador global de cebada y concentra el 31% de las compras del mundo. Su diferendo comercial con Australia es otro incentivo para las ventas externas argentinas.