Cayó junto a su sobrino por una estafa con Mercado Pago

Jurado pensó que todos los problemas que acarrea el robo de un teléfono los había superado, pero no fue así: para su todavía peor suerte, a una semana del hurto del celular, la mujer se percató de que alguien le robaba dinero de su cuenta bancaria. No le tomó mucho tiempo asociar todo y descifrar cómo se habían realizado transferencias de efectivo de su cuenta a otras: fue a través de la conocida aplicación de pago y cobro Mercado Pago, que tenía en el aparato que le habían sustraído en una fiambrería de San Luis.

Los policías de la Dirección General 9 de Protección Ejecutiva (DG 9) actuaron rápido. Bloquearon la clave de acceso a la aplicación móvil  y ubicaron también por geolocalización los domicilios de las personas a quienes fue a parar el dinero de Jurado. Son un hombre, quien cumple prisión domiciliaria por una causa de drogas, y su sobrino, a quien además le hallaron un kilo de marihuana.

Desde entonces, el joven, de quien solo trascendió el apellido, González, y quien tiene unos 20 años, además de ser investigado por la fiscal instructora de turno, María Eugenia Zabala Chacur, por hurto y estafa, está incomunicado y a disposición del juez federal Esteban Maqueda, por violar la Ley 23.737 de tenencia y tráfico de estupefacientes.

Su tío, de apellido Pérez y de unos 40 años, también es investigado por el robo y la estafa a Jurado, pero permanece en su domicilio del barrio 208 Viviendas, porque ya cumple con una medida privativa de la libertad.

El hurto a la mujer fue el 26 de marzo, en una fiambrería de calle Italia, contó una fuente del DG 9. La sustracción de su teléfono ocurrió en un momento de distracción, cuando la damnificada preguntaba precios en el local y no se percató de que alguien metió la mano en su cartera.

Al momento, Jurado decidió no denunciar el hecho. Simplemente compró un nuevo teléfono y pensó que lo peor había pasado. Pero los primeros días de este mes advirtió el faltante de dinero de su cuenta sueldo del banco Supervielle: alrededor de unos 60 mil pesos que habían sido transferidos a otras cuentas.

Las averiguaciones de los investigadores del DG 9 le indicaron que esa plata había sido transferida a un domicilio de Juana Koslay y a otro del barrio vecino al aeropuerto.

El lunes, alrededor de las 18, allanaron la casa de González. Después de secuestrarle dispositivos electrónicos relacionados a la causa, le encontraron un kilo de marihuana, en un ladrillo y cogollos escondidos en el freezer de su heladera.

Y este martes, a las 7:30, requisaron la casa de su tío, donde incautaron más elementos electrónicos, que serán analizados por los peritos.

La Policía sospecha que González, como trabaja en un comercio dedicado a la reparación y venta de celulares, pudo ya haber vendido el teléfono de Jurado.

Redacción/MGE