Un juicio abreviado le pareció injusto; ahora teme el debate oral

"A mi madre emocionalmente no le hace bien un juicio oral pero, si no tiene otra opción, lo llevará adelante”, aseguró Silvana, hija de Verónica Bordón. El 24 de junio de 2020, Roque Arrieta, expareja de Bordón, la arrojó desde las escalinatas de una pasarela de casi dos metros de altura hacia el río El Trapiche. Ese hecho le provocó graves lesiones a la víctima, quien en la actualidad continúa en recuperación.

El viernes pasado la Cámara Penal 1, integrada por los jueces José Luis Flores, Adriana Lucero y Jorge Sabaini Zapata rechazaron la solicitud de juicio abreviado para el hombre, que proponía fuera condenado a cuatro años de cárcel por el delito de “lesiones graves calificadas por mediar violencia de género y por el vínculo”. Los magistrados consideraron que es necesario ventilar las pruebas en un debate para determinar cuál es el delito que cometió Arrieta, ya que en principio fue imputado por "homicidio en grado de tentativa", que tiene una escala penal mucho más grave.

“Cuando termine el trámite de notificación del rechazo se va a seguir el proceso para que se integre una nueva Cámara, porque la que entendió en el juicio abreviado no puede volver a entender nuevamente; tiene que hacerlo una que no haya emitido ninguna opinión”, explicó Marcelo Shortrede, abogado de Bordón.

Arrieta cumple prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial desde el 7 de julio de 2020, cuando la entonces jueza Penal 3, Virginia Palacios, lo procesó. Allí continuará a la espera del debate oral, que según adelantó Shortrede, sería pronto.

“Todas las partes estábamos de acuerdo con el planteo que se hizo de juicio abreviado, pero en la audiencia, cuando a la señora Bordón le consultaron si quería agregar algo, manifestó que a su entender Arrieta había querido matarla. Ella firmó conforme el pedido de juicio abreviado; nadie la presionó, ni la apuró, ni la sorprendió con el planteo, sino que ella fue avisada. Se retiró a su casa, lo habló con sus familiares y lo consultó con quienes quiso, y demoró varios días hasta que tomó la decisión de aceptar el juicio abreviado y firmó; no fue una cuestión apresurada. Sabía lo que hacía, pero también está la cuestión emotiva, y es por eso que ella sentía que solo se dijera que todo pasaba por una cuestión de lesiones agravadas por el vínculo y por la condición de mujer, y que no se dijera nada con respecto a que Arrieta había querido matarla . Le pareció mal”, detalló el letrado.

Por último, refirió que la causa no había llegado a ser caratulada como intento de femicidio “porque tanto en primera instancia como en la Cámara, la fiscal de instrucción como la de Cámara consideraron que no había suficientes elementos de prueba” para caratularla de esa manera.

“La Cámara ha entendido que queda por analizar y discutir si verdaderamente hay o no elementos para tener por demostrado que solo se trató de una cuestión de lesiones o si hubo o no intención de provocar un daño mayor, en este caso la muerte. Entendió que eso debe ser analizado con mayor profundidad en un debate oral, donde se les den al acusado y a la víctima todas las garantías de defensa”, concluyó.

Redacción/ALG