Rechazan un juicio abreviado al asaltante de un exsenador

A casi un año de haber sufrido un violento asalto en su estudio jurídico, el exsenador Sergio Álvarez aún acude a rehabilitación tres veces por semana y deberá continuar con tratamiento al menos seis meses más. El culatazo que le dieron en la frente durante el ataque le provocó una parálisis facial que le impidió comer, hablar y leer durante un tiempo. Por eso le resultaba injusto que el fiscal de Cámara, Fernando Rodríguez, y Olga Allende, defensora del imputado, hayan acordado una pena a tres años y medio en un juicio abreviado que le presentaron a la Cámara del Crimen 2 el pasado 28 de abril. Este martes, los camaristas rechazaron el acuerdo de forma unánime bajo el argumento de que debieron considerarse todas las circunstancias del hecho y el daño causado a la víctima.

“Esto es muy bueno, porque si se hubiese homologado este juicio todos los que están robando pedirían un juicio abreviado. Total les dan tres años, cumplen dos tercios de la condena y salen en libertad”, opinó ayer Álvarez.

El exsenador también se quejó de que él y su abogada, Leticia Pereyra Sosa, fueron notificados de la audiencia de juicio abreviado la misma mañana de su realización, sin haber sido invitados a la redacción del acuerdo. Por eso, en ese acto Álvarez expresó su disconformidad cuando el tribunal le cedió la palabra.

“Que se escuche a la víctima es sumamente importante, en un proceso como este y en cualquier proceso penal. En esta ocasión es para festejar, porque nuestra opinión no es vinculante” y los jueces oyeron y consideraron lo expuesto por la víctima, comentó Pereyra Sosa.

El 18 de mayo de 2021, Cristian Daniel Velázquez Zapata y un cómplice simularon ser clientes interesados en asesoramiento por un juicio laboral y, cuando estuvieron dentro del estudio de Álvarez, en San Juan al 900, sacaron un arma y mostraron sus verdaderas intenciones.

Mientras le exigían dinero y bienes de valor, el asaltante le dio un culatazo a la víctima en la parte superior derecha de la frente, lo que le provocó una lesión que ameritó 8 puntos de sutura. Ese golpe provocó que el cargador del arma se saliera, y Álvarez aprovechó para correr hacia la calle a pedir ayuda.

“En el acta de procedimiento policial aparecen las lesiones, pero le restaron importancia en la investigación, y eso es algo que faltó observar por parte de la fiscalía”. “Se mencionó muy por encima que le habían provocado un corte, pero no qué implicó ese golpe, esa lesión, las secuelas que generó. Además, el doctor fue arrastrado por el piso, golpeado, amenazado. Se trató de un hecho muy violento”, opinó Pereyra Sosa.

En la sentencia de rechazo, el presidente de la Cámara, Hugo Saá Petrino, señaló que “los hechos señalados no se aprecian lo suficientemente claros como debieran quedar a la vista del tribunal” para tener certeza sobre la calificación del delito: “Robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”; y citó como jurisprudencia un caso de lesiones graves dando a entender que, en un debate oral, los hechos ventilados pueden incluso modificar el delito por el que acusan a Velázquez Zapata y, con ello, la escala de una eventual pena.

Saá Petrino y la jueza Adriana Lucero Alfonso fallaron de manera unánime y ordenaron que el expediente sea girado a la Cámara Penal 1 para que la causa siga camino a juicio oral.

El fiscal que investigó el caso elevó la causa con un pedido de pena a cinco años de cárcel para el asaltante. Para bajar ese monto y acceder a un abreviado, Velázquez Zapata debió admitir su culpabilidad y, en la audiencia de presentación del acuerdo, a los jueces les dijo estar “totalmente arrepentido”.

MM