Dicen que los puntanos se automedican menos
Señalan que con la pandemia se tomó conciencia sobre la importancia de la evaluación médica.
Si bien la automedicación es una conducta que se sostiene, aseguran que la pandemia marcó una bisagra entre los puntanos: hay más ventas de medicamentos bajo receta médica. La muerte de pacientes con coronavirus y el registro de instancias graves de la enfermedad, provocaron la toma de conciencia. Ahora la gente consulta en mayor medida a los especialistas antes de ir a la farmacia.
“Frente a la menor sintomatología o cuando el cuadro cursa más de 24 horas, la gente concreta la consulta correspondiente; es la mejor enseñanza que nos dejó el coronavirus. En el encuentro con el profesional de la salud se determina si se precisa un antifebril, un antigripal o, en algunos casos, algún elemento con corticoides, por ejemplo. Antes, los clientes venían y buscaban un antibiótico sin ningún tipo de orientación médica”, sostuvo el titular del Centro de Propietarios de Farmacias, Fabián Bautista.
De acuerdo a lo que graficó, esta situación expuso una tendencia en el consumo de medicinas sencillas, es decir, las gripes se trataron en mayor medida con antifebriles o antialérgicos. Incluso llegó a advertirse el faltante de jarabes como la dipirona. El escenario se reflejó en todo el país: no se vendieron tantos antibióticos como en otros años, donde ante cualquier molestia los clientes iban en busca de este tipo de productos.
“Hay un porcentaje que prefiere venir a buscar medicamentos de venta libre, pero hay un aumento de recetas más específicas. Lo que ocurrió hace dos semanas, en el brote infantil de gripe, es que como las personas no conseguían turnos con los médicos, para paliar los síntomas llevaban artículos como el ibuprofeno o la novalgina”, señaló Cristina Palacio, quien trabaja en una farmacia de avenida Illia.
“No es bueno buscar un remedio por recomendación de un amigo o vecino. Lo mejor es ir al médico de confianza o asistir a cualquier centro de salud. A veces hay fiebre, pero son cuadros virales y no necesitan antibióticos; si la persona tiene una enfermedad de base, hay determinados fármacos que pueden presentar riesgos de cara a la salud. No hay que abusar de los remedios de venta libre”, agregó.
Bautista contextualizó el escenario actual, donde la gripe se manifestó de forma temprana. Puntualizó que se puede concluir en que el año pasado muchos pacientes no llegaron a colocarse la vacuna antigripal dado que habían recibido o estaban próximos a acceder a la dosis contra la COVID-19. Por entonces, la inoculación debía ser específica, es decir, no se podían aplicar las dos vacunas a la vez. Ello explicaría, en parte, el avance de la gripe.
A partir de 2022, se determinó que se pueden colocar las ampollas en forma simultánea. Ahora, cada vez más puntanos acceden a la colocación antigripal. “Se aplica a buen ritmo y en todas sus variantes, tanto la que brinda PAMI, como las que se disponen en el sector público y privado”, precisó el farmacéutico.
Actualmente, la vacuna se distribuye gratuitamente en la salud pública, según los segmentos de la población. Para acceder de manera privada, el gasto ronda los $4 mil.
Aunque los afiliados de PAMI pueden acceder sin ningún costo, si optan por no esperar la llegada de esas dosis o si prefieren una vacuna de otro laboratorio, tienen que abonar un monto estimado de $700.
Los más buscados
Aunque mermó la venta de medicamentos sin indicación médica, aseguran que aún hay personas que buscan mitigar o evadir síntomas de una determinada enfermedad con la automedicación. En ese sentido, afirman que lo más buscado tiene que ver con los analgésicos, como el paracetamol.
Del otro lado del mostrador siempre habrá un especialista que advertirá sobre las consecuencias que puede provocar el abuso de este tipo de medicamentos.
También se venden otros productos, pero de elaboración natural, que no implican riesgos. Para dormir, se buscan artículos a base de valeriana, tilo o melatonina.
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