La gran importancia de una reacción eficaz y oportuna

La realidad pospandemia, suponiendo que efectivamente ha concluido la pandemia, exige un esfuerzo notable de los gobernantes. Si en medio de la crisis fue necesario tomar decisiones muy profundas y complejas, hoy la reconstrucción y el camino al crecimiento exigen mucha atención y mucha capacidad de reacción.

En primer lugar, es imprescindible poner una atenta mirada en las dificultades que plantea un contexto turbulento y vertiginoso. No es momento para distraídos. La noticia es que, en San Luis, en el mes de junio se cobrará el 10% de aumento anunciado (más el medio aguinaldo correspondiente). En julio llegará el 14% anunciado este jueves y en septiembre se cobrará el 10% ya previsto, mientras que en diciembre los trabajadores percibirán el 10% restante para completar un 60% anual.

En concreto: el aumento de sueldos para todos los agentes de la administración será del 60% anual, incrementando en un 14% el 46% anunciado oportunamente. Por supuesto que todos los haberes serán pagados en tiempo y forma dentro de los plazos previstos, como sucede rigurosamente en la provincia desde la recuperación de la democracia en 1983.

La reacción gubernamental que se mencionaba más arriba requiere, además de coraje, mucha precisión. En el encuentro para el anuncio del aumento, el gobernador de San Luis señaló con mucha claridad los problemas, y las posibilidades de acción del Poder Ejecutivo provincial. Frente a la inflación, la pobreza (sin entrar en engorrosas cuestiones técnicas, caben muchos reparos acerca de la forma de medir la pobreza en San Luis por parte del Indec. Se toman como similares en todo el país algunos conceptos que no lo son), la indigencia y el desempleo existen limitaciones para las autoridades provinciales. Hay herramientas de la macroeconomía que son potestad de las autoridades nacionales. Fue elocuente en este sentido el pedido de comprensión por parte del primer mandatario. Comprensión respecto de las limitaciones señaladas y de la férrea voluntad de trabajo y de esfuerzo frente a la crisis. Una primera respuesta es el notable volumen que alcanza la obra pública en todos los rincones de San Luis. La eficacia y la eficiencia demostrada en la ejecución multiplica los efectos positivos que esta tiene frente al

desempleo y a la cobertura de las necesidades de los sectores más vulnerables de la población. El Plan de Inclusión Social ha sido, allá por el 2003, una formidable respuesta a una crisis sin precedentes. Hoy es imprescindible actualizarlo, adecuarlo a los tiempos. Hacerlo compatible con una particular oferta de trabajo y con los niveles que alcanza la informalidad. Por otro lado, es muy destacable el programa de capacitación que se propone a los beneficiarios del plan. 

Lo cierto es que, ante el crecimiento inusitado de la inflación, ante el reclamo coherente de muchos sectores, ante las necesidades insatisfechas de la población, el Gobierno de San Luis supo reaccionar. Lejos de distraerse o pretender disimular serios problemas, eligió afrontarlos y resolver la parte que le cabe en las responsabilidades de conducción y de direccionamiento de la economía. Y como las preocupaciones son compartidas, bien vale el encuentro de gobernadores en Resistencia, Chaco, que pretende fijar posiciones comunes frente a muchas cuestiones que comprometen a toda la Argentina, si se la pretende federal, justa y unida: soluciones en la producción de alimentos, energía, combustibles, minerales, tecnología y desarrollo productivo pensando en los intereses de todos los argentinos. Estos gestos de unidad y de construcción son muy celebrados por la sociedad. Por el contrario, meras especulaciones electorales y discursos demagógicos que solo pretenden algún rédito personal perjudican a sus autores y los sitúan en posiciones mezquinas y reprochables.

Ya llegarán las elecciones, por ahora es imprescindible atender los profundos problemas de una sociedad en serias dificultades.