La Pedrera fue testigo de la pasión por las motos clásicas y antiguas
Los vecinos conocieron los más de 60 modelos, cada uno con una historia particular en la tercera exposición.
El Parque La Pedrera fue testigo del amor por las dos ruedas en la 3ª exposición que organizan los Amigos de las Motos Clásicas y Antiguas (AMCA) en el predio. Más de 60 modelos dijeron presente durante el sábado y domingo, cada uno con una historia particular para contar. La entrada fue libre y gratuita.
"Hoy (por ayer) hay una variedad muy amplia, desde las tradicionales Pumas nacionales a motos rusas, inglesas, alemanas, italianas y muchas más. Son de la década de los cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta, que es lo que abarca una moto clásica y antigua. Más allá de ser un medio de transporte, hay mucho sentimiento detrás de cada 'fierro' de estos", explicó Leandro Gaetani, miembro de AMCA, quien lleva recorridos varios kilómetros sobre las rutas argentinas en su Gilera "Macho" 200 L modificada.
Para el grupo organizador, en Villa Mercedes son cada vez más quienes sienten pasión por recuperar algunos modelos. En algunos casos son transmitidas de generación en generación; en otros, la restauración comienza como un hobby y termina siendo una experiencia espiritual, o simplemente sucede que era un anhelo que tenían desde jóvenes.
"En otra oportunidad, en la Casa de la Cultura llegamos a juntar 120 motos. Cada uno de los que están exponiendo acá tiene una o dos, o más. Algunas en proceso y otras terminadas. Estamos muy agradecidos con el espacio que nos brinda La Pedrera y con la gente que ha venido y acompañado durante este fin de semana a pesar del frío", comentó Gabriel, otro de los integrantes de AMCA.
Cientos de amigos y familias recorrieron cada una de las joyas expuestas, varias con una reseña del modelo y de dónde fue adquirida.
"Si bien no estoy exponiendo, yo tengo una Puma Sachs 200 de la 5ª serie que pienso restaurar; no es muy conocida porque se hicieron solo unas 2.000 aproximadamente. Vengo porque todo esto es parte de lo que me apasiona, implica hacer la pintura, la mecánica, las cuestiones eléctricas, la estética. Es algo que va más allá de las palabras, es más espiritual que físico", sostuvo Alejandro Aliaga, quien estuvo de visita en el lugar.
Redacción/MGE
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