El boom de los tatuajes tiñe de dibujos y música al Molino Fénix

La piel de los mercedinos se convirtió en el lienzo de unos cuarenta artistas de diferentes partes del país que llegaron al Molino Fénix para mostrar su arte y todas las tendencias que exhiben los cuerpos en la temporada. La séptima edición de la Expo Tattoo llegó en medio de un clima de pleno crecimiento para el oficio, que cada vez tiene más trabajadores y mucha más demanda.

La convención arrancó anteayer, con la llegada de tatuadores de La Rioja, Mendoza, Buenos Aires e incluso de Bolivia, entre otros, además de los locales. Hoy es el último día para aprovechar con los mismos horarios de las jornadas anteriores, desde las 13 hasta las 23, con una entrada que cuesta $400.

"La gente puede venir a hacerse algún diseño, a mirar, a escuchar música, comer algo en el patio de comidas o tomar cerveza artesanal", motivó Fernando González de Malandro's Tattoo y Piercings, los organizadores del encuentro.

La idea que tuvieron dos amigos de juntar a referentes y nuevos valores de la disciplina fue tomando forma y, al igual que el rubro, tuvo un crecimiento exponencial con el paso de los años. "Ahora es todo más profesional y estamos mucho más adentrados en el ambiente. De todas formas, a los artistas independientes nos cuesta mucho llevar a cabo algo como esto, es una inversión grande que con la inflación se hace cada vez más difícil", reconoció.

Además de la posibilidad de sellarse la piel con las tintas de alguno de los expositores, hubo una modalidad de competencia, de la que participaron 18 de los artistas inscriptos. La contienda se realizó en "duelos" entre dos de los participantes sorteados al azar, que debían realizar un trabajo en un mismo estilo y técnica (por ejemplo puntillismo, black and grey, etc.). Un jurado especializado eligió a los mejores de cada batalla: el viernes quedaron 9 en carrera, que volvieron a enfrentarse, y ayer se midieron los últimos 4 finalistas que se llevaron diferentes premios, desde dinero en efectivo hasta trofeos y regalos.

Abel Gelavert, por ejemplo, es de Mendoza y por primera vez se animó a participar de una instancia de competencia. "Me tocó hacer algo en full color, así que vamos a ver cómo me va. Estoy muy cómodo, nos han tratado muy bien y tengo la intención de volver en una próxima edición", sostuvo.

Tanto él como el resto de sus colegas, reconocieron que la demanda ha aumentado mucho en los últimos años y que el Mundial obtenido por la Selección Argentina fue una de las principales inspiraciones de los clientes este mes. "Ya tengo turnos para hacer a Messi y la Copa. Igual nosotros siempre le recomendamos a la gente hacerse cosas diferentes, no solo copiar algo que han visto. Con esa mirada logramos algo original, aunque respetando la idea primera que ellos tenían", contó.

Otra de las visitantes fue "Tati", quien se hace conocer con su seudónimo de artista. Llegó desde Zárate, de Buenos Aires, y por primera vez pisó la provincia de San Luis. "Vine, en parte, para conocer el lugar y también porque estoy empezando de a poco a ir a exposiciones. Empecé hace dos años y me voy animando más a promocionar mi trabajo", expresó la joven.

Su caso evidencia cómo se multiplican los artistas que se inmiscuyen en un oficio que tenía pocos referentes hasta hace algunos años. "Cada día hay más porque la tecnología permite tatuar más rápido, a nosotros nos costaba más. La demanda también creció, antes teníamos que esperar al verano y trabajar de otra cosa en invierno; ahora nos podemos dedicar exclusivamente a esto", reveló González.

Cecilia Suárez es una de las locales que se animó a llevar su propuesta: hace perforaciones y apunta a poder hacer transformaciones en rostros. "Hay mucha gente en Villa Mercedes que quiere estas cosas, pero no había quién las realizara. Eso me incentiva a estudiar cada vez más. Antes todo se veía como algo tabú y la gente ha tomado conciencia de que es algo normal, que lo puede tener cualquier persona", afirmó.